Después del partido de ida entre PSG y Barcelona, por octavos de final de la Liga de Campeones de la UEFA, no dejó de ser sorprendente que muchos titulares de prensa se enfocaran en la mala presentación del equipo español con calificativos un tanto desproporcionados, más que en la magnífica actuación del conjunto galo. Uno de ellos, que se repitió y se repitió en medios escritos y televisivos, en radio y en internet, fue el hecho de que Barcelona “hizo el ridículo”.
Podría decirse que 'hacer el ridículo' puede ser muchas cosas. Pero lo ocurrido en este encuentro, antes que nada, fue el tremendo planteamiento que propuso el técnico Emery y la traducción que hicieron de ese planteamiento sus hombres en la cancha.
Más que los errores del Barça, lo notable del encuentro fue la inspiración de Di María, la acostumbrada contundencia de Cavani y la demoledora articulación que alcanzó el equipo parisino para controlar en cada espacio las intenciones de los azulgranas.
Claro, el que perdió no era cualquier equipo: era uno de los tres más valiosos del mundo según Forbes y muchos argumentarán que en este caso pesa más por ser el equipo que es: sus jugadores, sus títulos y su historia en la Champions League. Puede ser, pero no al punto de utilizar calificativos que, como se leyeron y se escucharon, sonaban más a cierto regodeo o a simple facilismo, que a un análisis objetivo del encuentro.
Desde luego, es imposible dejar pasar por alto la floja actuación del tridente latino, y en sí, de cada una de las líneas de los blaugranas.
Especialmente de los imperdonables errores de su esquema defensivo, del balón perdido por 'la pulga' que terminó en el segundo gol y de cosas que se salen un poco del análisis, como las notorias ausencias de jugadores como Mascherano y Rakitic. No obstante, todo eso queda en segundo plano ante el despliegue que hizo el PSG y que le dio una más que merecida victoria.
Para muchos de nosotros la serie ya está liquidada, no solo porque el Barcelona no haya remontado nunca una serie así de desfavorable, sino porque si el París Saint Germain se concentra como lo hizo en el ‘Parque de los Príncipes’ y conserva el ímpetu que parece haber logrado para este duelo, tiene más que ventajas a su favor.
También es cierto que cabe el beneficio de la duda. Y no puede ser de otra forma pues al frente del PSG estarán nuevamente jugadores de la talla de Neymar, Suárez, Iniesta, Messi,... Y con todo lo deslucidos que puedan estar pasando, estos no son solo buenos jugadores; son, entre otros, el gran Andrés Iniesta y el incomparable Leonel Messi...
Puede ser que logren el milagro o puede ser sencillamente que el PSG confirme su presentación anterior. En cualquier caso, será difícil que ante la magnitud del compromiso y lo que deberán poner para remontar, los unos, o para capitalizar su ventaja, los otros, pueda decirse que alguno de los dos equipos ‘hizo el ridículo'.