Todo lo bueno acaba.Varios medios, incluido este, afirmaban entre ayer y hoy que Raúl piensa en dejar el fútbol, al menos como jugador.A sus 38 años, parece poner fin a una carrera con la que cualquier futbolista soñaría durante años. A continuación, un breve resumende quien fue Raúl González Blanco.

El palmarés de Raúl incluye 6 Ligas Españolas, 3 Champions, 2 Intercontinentales, 4 Supercopas de España, una Supercopa de Alemania, una Copa alemana e innumerables premios individuales, tanto deportivos como de ‘fair-play’.

En la retina de los aficionados del Real Madrid, Raúl deja goles tan importantes como el tercero al Valencia en la final de la Champions del año 2000, realizando una cabalgada de 35-40 metros y regateando a Cañizares, el que era meta del Valencia, o el 1-0 al Bayer Leverkusen en la final de Glasgow de 2002, tras recibir un saque de banda del incombustible Roberto Carlos.

Además de estos dos, es necesario recordar su doblete en el Camp Nou. Corría el año 1999, y Raúl se estrenaba como goleador en el templo blaugrana con un buen cabezazo al primer palo. Pero no iba a ser su mejor actuación: a punto de concluir el partido, y con 2-1 a favor del Barcelona, Raúl asumió el papel de héroe y, tras un pase entre líneas de Savio, culminó la jugada con una vaselina ante la salida del portero. Un gol que dio algo de oxígeno a los blancos, que no pasaban por su mejor momento en liga, y que sirvió para que el de Villaverde mandase callar a todo un estadio enfurecido. Una imagen que ya es parte de la historia de los clásicos.

Raúl no era un jugador hábil. Tampoco era excesivamente rápido.

Su disparo era bueno, aunque no destacaba por ello. Entonces, ¿qué hacía que destacase? Sin duda, su olfato goleador. El ‘saber estar’. Raúl se movía por el área como Pedro por su casa. Parecía que siempre estuviese en el momento justo, en el sitio adecuado. Raúl era la referencia para su equipo y el calvario para la defensa rival.

Prueba de lo anteriormente comentado es su gol al Manchester United en la temporada 99/00 tras el taconazo de Fernando Redondo: nadie siguió la jugada. Todos se quedaron patidifusos. Menos Raúl. Lo vio tan claro que incluso le pareció fácil. Siguió a Redondo, y Redondo le vio, y le envió un pase al área de meta que le dejaba solo.

La empujó, y el Madrid aumentó su ventaja frente al United de Sir Alex Ferguson.

La leyenda se va para volver. Abandona el Fútbol como jugador, pero ya ha manifestado varias veces su deseo de seguir vinculado a este deporte. Esperamos verte pronto, Raúl.