Recibe varios nombres, pero el más generalizado es el de O Apalpador. Su historia casi se pierde con el cambio de siglo, mas es el año 2006 el que quiebra la decadencia. Desde entonces se extiende y populariza su figura. De hecho, a día de hoy, se han escrito cuentos, realizado ilustraciones y hasta hay representaciones reales del personaje. No faltan estudios etnográficos, tanto de los años 80 como actuales, realizados en las montañas de Lugo y Ourense, entre las poblaciones de Trives, Manzaneda, O Courel, Lemos...

Representación más común del Apalpador

Suele representarse como un señor mayor, de tripa generosa, amplios bigotes y barba pelirrojos, con boina, fumando en pipa, vestido con una amplia y desvencijada chaqueta y un pantalón con remiendos. Se dice que es un carbonero que vive en las montañas, bajando a los pueblos durante el solsticio de invierno. Hay diversidad de opiniones respecto a si baja solo en la noche de Navidad, solo en la de fin de año o en ambas ocasiones.

Su figura es la de un entrañable y bonachón señor mayor que va repartiendo castañas entre los pequeños de los pueblos. Su presencia se relaciona, también, con las amenazas de los mayores respecto a sus retoños a que se porten bien, so pena de castigo por parte del Apalpador.

Una "recomendación" similar a las actuales respecto a los Reyes Magos: si te portas bien, traen regalos; si eres malo, te dejan carbón.

La importancia de la comida

Un detalle importa ante este hombretón de las montañas. Su costumbre es aparecer de noche y palpar la barriga de los infantes. ¿Por qué lo hace? Para desearles un año lleno de buenas comidas.

Por eso, los padres cuidaban especialmente que los niños se alimentasen bien estos días. Para que el Apalpador pudiera ver que estaban hartos y desearle un año similar al tacto de sus estómagos llenos.

Hay que tener en cuenta que los lugares y la fecha en que se vive esta figura son de penurias. El mismo Apalpador no anda sobrado: trabaja solo, es un carbonero montañés y solo dispone de castañas y pequeños regalos para repartir.

Un personaje popular en la Navidad gallega

Desde el año 2006, sobre todo gracias a la asociación Gentalha do Pichel, se ha estudiado, conocido y popularizado el personaje del Apalpador. Ahora ya es común verlo representado en colegios, actos públicos, escritos e ilustraciones. Hasta es posible, mediante la plataforma Youtube, acceder a algunas de las entrevistas in situ, obteniendo un testimonio original. Y es que hasta hubo quien se sintió apalpado y todo.

Como podemos comprobar, los estudios etnográficos van calando en la cultura popular, descubriéndonos las raíces mitológicos y costumbristas de nuestros pueblos. En medio de la algarabía y dispersión de nuestros aconteceres navideños, ¿por qué no pararnos a escuchar a nuestros mayores y recuperar memorias como esta del Apalpador?