¿Si su médico es un robot le confiaría?

Esto no está tan lejos como parece. Durante las últimas décadas, la inteligencia artificial ganó significativamente la capacidad de leer las reacciones emocionales de las personas. La última generación de la inteligencia artificial nos han dado las gracias por el crecimiento de los datos en los que los ordenadores pueden aprender, así como para aumentar la capacidad de procesamiento. Hoy en día, la inteligencia artificial, entre otras cosas, puede reconocer a la persona en las miniaturas individuales de conversión de imágenes y reconocimiento de voz.

La identificación de los delincuentes

No hace mucho tiempo, los científicos desarrollaron una inteligencia artificial que es capaz de decir si una persona es un criminal con sólo mirar sus características. El sistema se evaluó utilizando la base de datos de fotos de China y los resultados fueron simplemente impresionante. El robot calificó erróneamente las personas inocentes como criminales sólo el 6% de los casos y se identificó con éxito el 83% de los delincuentes. La precisión global fue de casi el 90%.

Este sistema se basa en un enfoque llamado "aprendizaje profundo", que ha dado buenos resultados, por ejemplo, en la detección de rostros. La formación profunda en conjunción con el "modelo de rotación cara" permitió que el robot pueda determinar si las dos imágenes son caras de una misma persona, incluso con los cambios de luz o ángulo.

El aprendizaje profundo crea una "red neuronal" que toma su base en el enfoque del cerebro humano. Se compone de cientos de miles de neuronas, dispuestas en diferentes capas. Cada capa toma los datos de entrada, por ejemplo, una imagen facial, un nivel más alto de abstracción, como un conjunto de aristas en ciertas direcciones y ubicaciones.

E identifica automáticamente las funciones que son más relevantes para el desempeño de una tarea determinada.

Dado el éxito de una formación en profundidad, no hay nada sorprendente en el hecho de que las redes neuronales artificiales puedan distinguir a los criminales de los inocentes, si es que realmente se enfrentan a las características que difieren entre ellos.

La investigación permitió identificar tres rasgos. Uno, el ángulo entre la punta de la nariz y las comisuras de la boca que es, en promedio, 19,6% menos que los criminales. La curvatura del labio superior y en promedio 23,4% mayor para los criminales, y la distancia entre las esquinas internas de los ojos en un promedio de 5,6% ya.

A primera vista, este análisis sugiere que la visión anticuada de que los autores pueden ser identificados por los atributos físicos y no tan mal. Sin embargo, esto no es toda la historia. Sorprendentemente, las dos características más relevantes están asociadas con los labios, y es que son nuestros rasgos faciales más expresivos. Las fotos de los delincuentes que se utilizaron en el estudio se usan para mantener una expresión neutra, pero el robot se las arregló para encontrar las emociones ocultas en estas fotos.

Es, tal vez, tan pequeño que las personas no pueden detectarlos.

La fuerza de la computación afectiva

Esta no es la primera vez que el equipo es capaz de reconocer las emociones humanas. El área denominada de "computación afectiva" o "computación emocional" ha existido desde hace mucho tiempo. Se cree que si queremos vivir cómodamente e interactuar con los robots, estas máquinas deben ser capaces de entender y responder a las emociones humanas. Las características de esta zona son bastante extensas.

En cualquier caso, la cantidad de datos y la potencia de procesamiento continúa creciendo. Con unas pocas excepciones, el robot "IA" puede también aprender a reconocer los diferentes tipos de emociones en las próximas décadas. Pero, ¿será alguna vez capaz de experimentar sus propias emociones? Esta es una cuestión controvertida.