Pese a tratarse de avispas, son vulgarmente conocidas como hormigas de terciopelo u hormigas panda. Su dimorfismo sexual, muy marcado: hembras ápteras (carecen de alas) y velludas, y machos con alas y menor cantidad de vello.
Nuestra invitada de hoy, es además toda una estrella del disfraz. Presenta unos colores aposemánticos (muy llamativos), con objeto de ahuyentar a sus depredadores, al alertarles sobre su toxicidad. No pasen por alto estas advertencias, pues su picadura es muy dolorosa.
Las hembras, cuyo afable y tierno aspecto nos recuerda a ese úrsido asiático tan juguetón, están provistas por un aguijón bien largo y liso, mucho menos encantador.
¡Pero no se alarmen amigos!, este pequeño insecto, de unos pocos milímetros de largo en estado adulto, no es agresivo, y practica una vida solitaria, alejada del gregarismo propio de la colonia.
Su atractiva apariencia esconde otra cara menos afortunada, en este caso la que atrae y acerca a gran cantidad de depredadores hasta sus huevos. Huevos que son, a su vez, el terror de las larvas de otros insectos, ya que nada más nacer las "larvas panda", se dan su festín devorando a otras (menos mal que no son agresivos...).
Debemos tener presente que la realidad y el futuro de estos pequeños mutílidos es verdaderamente aciago, en peligro de extinción, a pesar de vivir alrededor de 2 años (mucho para un insecto).
Su distribución se restringe por la Cordillera de los Andes, y en ocasiones se las ha llamado "asesina de vacas", debido a su potente picadura, capaz de matar a un mamífero de 1 kg asestando apenas 6 picaduras.
En cuanto a su alimentación, las hormigas panda se nutren principalmente de néctar, y se dedican a la recolección diariamente.
Para nuestros curiosos, nombraré a un tipo muy valiente (quizás medio o completamente loco), conocido como Coyote Peterson. Este hombre ha sido picado, voluntariamente por esta peculiar "hormiga". Su picadura se mantiene durante la friolera de 30 minutos, siendo además la cuarta más dolorosa del mundo. Y parece que todavía no es suficiente para el figura, que actualmente se está preparando, avanzando entre especies, para enfrentarse en un futuro a la reina, número uno en el ranking del dolor: la "hormiga bala".