Una manifestación se organizó este miércoles en la calle Boters del barrio Gótico de Barcelona, por la asociación Resistim al Gòtic y vecinos, para oponerse al anunciado desahucio de una mujer de 78 años que contrajo una deuda de 88 euros por unas obras en el piso en el cual ha vivido casi toda su existencia.

El caso de desahucio y su estado ante la Justicia

Blanca Espinosa es una anciana de 78 años que lleva viviendo unos 55 años (desde 1968) en el piso del cual ahora la quieren desalojar por el impago de unas obras realizadas en la edificación donde habita.

El inmueble fue comprado hace pocos años por quien ahora la demanda, aun sabiendo que Blanca tiene un contrato de renta antigua, vitalicio.

La demandante y actual propietaria es una abogada que se dedica al alquiler de pisos para turistas, dato que ha hecho sospechar a la anciana y a sus defensores que desea el espacio para prepararlo con tales propósitos de negocio, a un precio superior al pago que recibe por la actual y antigua inquilina.

Según ha explicado el portavoz de Resistim al Gótic, Daniel Pardo, la señora Espinosa ha sido víctima de una trampa diseñada por la mujer que compró todo el edificio, quien una vez hecha su adquisición procedió a realizar obras de reparación en el lugar, “mal hechas” según Pardo, y procedió a traspasarle un cheque de deuda (88 euros más al mes) por dichas restauraciones a Blanca.

La demanda contra Blanca

Por ley, los propietarios deben asumir las reparaciones a realizar en los inmuebles, siempre y cuando las roturas o desperfectos no sean causadas por el inquilino.

No obstante, Blanca había accedido a pagar los 88 euros mensuales, por encima de su pago habitual, siempre y cuando arreglaran el mal trabajo que habían realizado y por el cual le pedían esa cifra.

Eso sí, nunca ha dejado de abonar todas sus mensualidades.

A pesar de su aceptación y cumplir mes tras mes con sus cuentas, la actual propietaria se dirigió a la Justicia con el pretexto de que la anciana debía ese dinero, los 88 euros, el cual se ha incrementado con el paso del tiempo y con la petición de permiso para un desalojo.

El juez a cargo autorizó el acto.

Movilización ciudadana en defensa de Blanca Espinosa

Como la cifra no es tan alta, muchas personas se han identificado con el caso y han ofrecido pagar la supuesta deuda, a cambio de la no expulsión de la señora mayor del lugar donde ha permanecido gran parte de su vida.

Al darse a conocer que el desahucio se materializaría este miércoles, muchos activistas se unieron en defensa de Blanca, para evitar una decisión que consideran totalmente injusta. Se posicionaron a la entrada del inmueble para obstaculizar la ejecución del desalojo.

Incluso, hasta Jessica Alba, la líder de los comunes en el Parlament de Catalunya, participó en la concentración ciudadana en defensa de los derechos de Blanca Espinosa.

Para bien, la manifestación solidaria ha tenido un mínimo resultado. Según se ha informado, la comisión judicial, que había asistido al lugar para extraer las pertenencias de la anciana del piso en disputa, se ha inclinado hacia una negociación con mediadores municipales para encontrar una solución al problema.