Sasamón

Empezamos nuestro viaje de domingo llegando a la localidad de Sasamón, provincia de Burgos. Buscábamos para pasar el día en un pueblo recóndito en la provincia de Burgos, pequeño, acogedor y con algo que ver.

Sasamón pueblo nacido del asentamiento romano del que viene su nombre (Segisamonem). Asentamiento que en su día tuvo de huésped al emperador Augusto en sus guerras contra los cántabros, pasando a denominarse posteriormente Segisama Iulia.

Lo primero que llama la atención de dicho pueblo es la iglesia de Santa María la Real, ya que es el tercer templo más grande de la provincia de Burgos, y cave recordar que el pueblo cuenta soló con algo más de mil habitantes.

Este Pueblo es declarado Bien de interés cultural por su conjunto Histórico-Artístico.

Antes de visualizar la iglesia y sus alrededores paramos a tomar un refrigerio en el Bar que se encuentra justo enfrente de la iglesia, en la plaza mayor, denominado Bar el Soportal. Una vez salimos del Bar, pasamos a ver la colegiata iglesia de Santa María La real de estilo gótico datada en el s.XII y s.XIII, rodeada por una zona ajardinada y un arco majestuoso, y por cierto muy bonito.

Luego y tras un recorrido de cinco minutos a pie, nos dirigimos a los viejos lavaderos, hasta llegar a los lavaderos observaras casas de piedra solariegas construidas en piedra caliza labrada. Una vez en el lavadero y convertidos en una zona de ocio con asientos y parrillas donde se puede observar la pila del lavadero, donde se lavaba la ropa amano cuando se frotaba en la piedra, y si le hechas imaginación observaras el recorrido por donde discurría el agua hasta llegar a dicho lugar.

Nos dirigimos a coger el vehículo para dirigirnos a ver uno de los dos puentes romanos y el arco de San Miguel, todo fuera del núcleo urbano.

Vemos el puente romano sobre el río Bullés, dicho puente mantiene la estructura romana pero se encuentra algo deteriorado. Luego vemos el arco de San Miguel, perteneciente, arco que pertenecía a la iglesia que allí se asentaba y que pertenecía a un viejo pueblo llamado San Miguel de Mazarrenos, del que no queda nada.

Lo único que se mantiene en pie es el arco de la entrada de dicha Iglesia, datado en el s.XII. Justo frente a este arco, y pasando la carretera comarcal podemos llegar a un calvario con tres cruceros, símbolo antiguo que mostraba un cruce de caminos, marcando a los peregrinos del camino de Santiago un lugar de oración y reposo.

De vuelta al pueblo podemos observar la ermita de San Isidro que alberga la cruz del humilladero del s.XVI. Esto se puede observar si te asomas entre la rejas. Saliendo de Sasamón por la carretera principal pasaras por al lado de un pórtico y un trozo de la antigua muralla del pueblo restaurada, lugar muy propicio para sacar unas cuantas fotografías.

Olmillos de Sasamón

Continuamos el camino hasta la vecina población de Olmillos de Sasamón, guiados por el entusiasmo de ver uno de los mejores castillos conservados de la provincia de Burgos datado en el s.XV. Torres, almenas y balcones con matacanes le dan aspecto de infraestructura militar. Quemado en su día por los guerrilleros Padilla y Cossio por la ayuda que prestaron en su día los dueños de este a las tropas francesas en la guerra de la independencia.

Hoy convertido en un hotel restaurante que se encuentra cerrado.

A unos pocos metros de este encontraras la iglesia de la Asunción del s.XVI al s.XVII, en su interior un retablo del 1654.

Burgos

Tras ser ya tarde y después de hacer el alto para comer, finalizamos y no con poco frío, con una visita superficial a la catedral de Burgos, espectacular construcción que si a la luz del día es majestuosa, con la luz de la noche parece poseer algo mágico. Tras un café caliente y unas fotos en las estatuas de metal que se encuentran frente a la puerta de da acceso al turismo a dicha catedral, decidimos iniciar la final y regreso del viaje.