Las Redes Sociales constituyen una estructura social que nos permiten interactuar y comunicarnos con un grupo de personas relacionadas entre sí. Para nadie es un secreto que se han convertido en preferente de información para muchos usuarios.

Es más que obvio que las redes sociales han cambiado nuestras vidas y nuestra manera de relacionarnos y hacer amigos. Hoy en día es rara la persona que no tenga un perfil en alguna red e incluso quienes están conectados de forma continua, compartiendo todo lo que hacen y llegar a sentirse “que les falta algo”, cuando no tiene datos o conexión WIFI.

Según un estudio realizado en la Universidad de Denver de “Cómo les afecta a los usuarios que un amigo deje de serlo en Facebook, los resultados mostraron que el del 40% de los encuestados no volverían a mantener contacto en la vida real con alguien que ha roto su amistad virtual.

En redes sociales como Facebook y Twitter ,es muy habitual que alguien te agregue y luego sin más, te borre de su perfil e incluso amigos… amigos que tienes agregados y que luego no sabes qué ha pasado con ellos. A algunas personas les afecta más que a otros que les borren de sus perfiles, sin exagerar, les da el bajón.

Lo que ocurre es, que nuestros conocidos nos muestran un escenario “surrealista” de las cosas, normalmente proyectan el lado positivo de sus vidas, por medio de sus publicaciones de viajes, salidas con amigos, su relación de pareja, y una necesidad de mostrar al mundo, (en este caso, sus contactos), “lo bien que les va la vida”. De modo que, el estar pendiente de las publicaciones de los demás nos mantiene en alerta de lo que pasa en sus vidas seamos o no consciente de ello, y esto afecta nuestro estado de ánimo y disminuye nuestra concentración, acrecentando nuestra curiosidad de saber lo que publican o dejan de publicar nuestros amigos virtuales.

Debemos hacer un uso moderado de las redes sociales para evitar esa sensación de dependencia, social, y emocional, debido a que esto puede acarrear una serie de cambios en nuestro estado de ánimo afectando nuestro entorno, círculo de amigos y familia. Sin ánimo de ser alarmistas, las redes sociales nos ayudan o perjudican depende del uso que hagamos de ellas, eso ya es cuestión de cada uno y de la imagen que quieras proyectar hacia el mundo.

Por tanto, debemos ser moderados y no confundir lo real con lo virtual.

Si bien es cierto, una red social tiene un sinfín de ventajas si la usas de forma correcta y le sacas el máximo beneficio, así que aprovéchalas para mantenerte al tanto de lo que pasa en el mundo y socializar, pero no hagas de ello tu único estilo de vida.