Tatsumi Kimishima, presidente de Nintendo, abría orgulloso la presentación en vivo de la nueva apuesta de la compañía para recuperar su posición en el mercado frente a Sony y Microsoft, claros aventajados de la carrera tecnológica en lo que a consolas de sobremesa se refiere. Desde la Wii (que barrió a sus competidoras directas en cuanto a ventas se refiere), la compañía nipona parece haberse resignado a su pequeño nicho de consolas portátiles y minimizar los riesgos. Sin embargo, el mercado crece y los jugadores también, por lo que la empresa necesitaba un producto fuerte de sobremesa para hacer crecer sus malogradas acciones.

¿La solución?

Un híbrido que aúne lo que mejor saben hacer (consolas portátiles) y lo que quieren hacer (consolas de sobremesa), eso va a ser (o eso pretende) Nintendo Switch. La consola se lanzará el 3 de marzo de forma global y su precio europeo será de 329 euros. Otros detalles en los que la compañía ha querido incidir son; su pantalla, que será táctil; la duración de la batería, entre 2'5 y 3 horas al jugar sin alimentación; su nuevo servicio online, disponible desde que adquiramos la consola y gratuito hasta finales de 2017; y los Joy-Con, sus mandos extraíbles, que pretenden ser la joya de la corona de la plataforma.

Entre las muchas funcionalidades que Nintendo ha prometido que incorporarán los mandos, destacan su uso de un giroscopio y un acelerómetro para ofrecer al jugador el control gestual (un paso adelante con respecto a su otro gran logro, el sistema de control de la Wii) durante la experiencia, además del clásico.

Los mandos también contarán con una cámara capaz de detectar movimientos y distancia a tal efecto (el del control gestual). Y el nuevo sistema de vibración, bautizado como 'HD Rumble', que prometen será mucho más realista.

Junto a la consola han presentado algunos de los que serán los primeros juegos de su catálogo, entre los que han destacado para los jugadores dos clásicos de la franquicia: Super Mario y Zelda.

El nuevo Super Mario Odyssey se centrará en la fórmula del éxito de los antiguos plataformas en 3D de la saga. Este es su tráiler oficial:

Por su parte el nuevo Legend of Zelda tendrá como subtítulo Breath of the Wild y apuesta de nuevo por el mundo abierto, aunque en esta ocasión promete ser el título más vasto de toda la saga, con más de 100 santuarios en los que podremos poner a prueba las habilidades que Link vaya aprendiendo durante el juego.