La denominación Industria 4.0 se originó en Alemania, en la famosa feria Hannover Messe, y se definió como la informatización de la fabricación, incluyendo la transición a niveles más altos de interconectividad, plantas más inteligentes y la comunicación entre máquinas y equipos.

La primera revolución industrial de la historia, fue el desarrollo de la mecanización utilizando agua y la energía del vapor. El segundo cambio de paradigma fue la introducción de la electricidad en los entornos de fabricación, lo que facilitó la producción en masa y un gran ahorro en costes de trabajadores.

La revolución digital ha ocurrido durante nuestra vida, se basa en el uso de la electrónica e informática para automatizar la elaboración de productos. Industria 4.0 es la cuarta en esta serie de revoluciones industriales.

La idea se basa en programas informáticos y máquinas que se comunican entre sí para optimizar la producción sofisticada. Industria 4.0, hace énfasis en el papel de las fábricas inteligentes. Sus características más destacadas son: eficiencia energética basada ​​en alta tecnología, líneas de producción adaptables y ergonómicas. Las fábricas inteligentes tienen como objetivo integrar a los clientes y socios de negocios, al mismo tiempo ser capaces de fabricar y ensamblar productos personalizados.

Además, lo más probable es que las plantas inteligentes del mañana puedan tomar decisiones más autónomas con respecto a la eficiencia de la producción y la seguridad. Industria 4.0 supone que las máquinas hacen el trabajo e interpretan los datos, en vez de depender de la inteligencia humana. El elemento humano es todavía central para el proceso de fabricación, aunque cumple un papel de control, programación y servicio en lugar de la función habitual.

La instalación de Siemens Electronic Works (IW 1000-1034) en Amberg, Alemania, es un buen ejemplo de la próxima generación de plantas inteligentes. Esta factoría de 10000 metros cuadrados de superficie, es el hogar de una gran variedad de máquinas inteligentes que coordinan todo, desde la línea de fabricación a la distribución global de productos de la compañía.

Los procesos involucran a más de 1600 millones de componentes, dando lugar a más de 50000 variaciones anuales de productos, para los cuales Siemens adquiere cerca de 10000 materiales de 250 proveedores para fabricar 950 productos diferentes. Esto significa que la cantidad de datos con los que el sistema tiene que trabajar es verdaderamente abrumadora. A pesar de la gran cantidad de variables dentro de la instalación, un estudio realizado por la consultora Gartner, encontró que la planta cuenta con una tasa de fiabilidad de más del 99 por ciento, con tan solo 15 defectos por cada millón de productos terminados.

Las previsiones de futuro son optimistas, gobiernos de países como Alemania y Estados Unidos se han involucrado dando fondos para investigación, otras naciones como Gran Bretaña han mostrado su apoyo, aunque dejando la investigación a la iniciativa privada.

Actualmente ya existe una gran cantidad de la tecnología asociada a la denominada Industria 4.0. Sin embargo la no tan buena noticia es que la aplicación es probable que requiera mucha inversión, especialmente si el objetivo de la empresa es ser pionera.