Según informó hace unos meses un rotativo extranjero, una adolescente británica que acudió a urgencias a causa de un dolor abdominal, murió al día siguiente a causa de un fallo del hígado, provocado por una sobredosis de paracetamol.

Georgia Liverwood, que era el nombre de la chica, tomó paracetamol en grandes cantidades para calmar su dolor abdominal. La adolescente tenía 65 gramos de paracetamol en sangre, muy por encima del límite de 20 miligramos aconsejado, lo que originó que su hígado fallase y provocase su muerte.

El forense anunció que probablemente la adolescente no conocía los efectos perjudiciales que una alta dosis de paracetamol puede ocasionar en los pacientes.

Su madre confirmó que su hija probablemente no sabía los riesgos que entrañaba abusar de la medicación, y por lo visto la habría estado tomando para tratar sus dolores de cabeza.

La chica, de West Yorkshire, informó el 28 de marzo de que se encontraba enferma y sentía dolores en el estómago. La chica enviaría un mensaje de texto a su madre comunicándole que se quedaría en casa de su novio, donde verían una película y tomarían pizza y batidos.

A pesar de que ella insistía en que se encontraba mejor, la chica seguía enferma a la mañana siguiente. Ello causaría que fuese trasladada al Huddersfield Royal Infirmary, donde comunicaría a los doctores que habría tomado paracetamol, aunque no tenía intenciones de dañarse a sí misma.

La chica sería entonces trasladada al hospital para un transplante de hígado pero sus condiciones empeoraron y los doctores se vieron imposibilitados de frenar los daños que el paracetamol había causado en su hígado. Murió el 30 de marzo a las 9 de la noche. La familia pidió entonces restricciones más duras al medicamento, con objeto de impedir que otro consumidor tenga un final tan trágico como el de la chica británica.

El paracetamol, un medicamento muy presente en nuestra vida cotidiana, entraña severos riesgos para la salud, al utilizarse como medicamento común presente en el botiquín de todas las familias. Es un potente hepatotóxico que puede ocasionar severos daños al organismo si se abusa de él. ¿Deberíamos pedir que se proporcionase a la gente más información acerca de los riesgos que entraña la automedicación?

Muchas personas ancianas conservan esta costumbre de tomar medicinas que tienen en el botiquín para tratarse a sí mismos alguna dolencia como el dolor de espalda o las migrañas con medicamentos que son conocidos popularmente que "valen para todo", como el ibuprofeno, el paracetamol o la aspirina. Desde aquí nos gustaría advertir que sólo los profesionales médicos están formados para conocer los efectos que determinado medicamento tendrá en su cuerpo, así como la dosis necesaria. Confiar en alguien que no sea médico entraña riesgos para su salud. El médico le aconsejará con profesionalidad sobre los efectos de emplear por su cuenta cierto tipo de medicación. Ante cualquier duda, consulte con su médico de cabecera. La información proporcionada en Internet no está revisada por nadie y por tanto, es susceptible de ser errónea.