La noticia ha conmocionado, no solo a Argentina, donde ha sucedido, sino también a la gran mayoría de los Estados que luchan contra la Violencia en todas sus formas.

La muerte de un joven de 20 años es, siempre, movilizante, pero cuando la acusada de provocarla es su novia de 19 años, la situación empeora gravemente. La violencia se ha instalado en la cotidianeidad de los más Jóvenes, quienes la asimilan con una normalidad que lejos de poder erradicarla, la vuelve peremne.

La pareja, Nahir Galarza y Fernando Pastorizzo llevaban unos 5 años de relación.

Aunque en Gualeguaychú, ciudad en la que ambos residían, los amigos sabían del vínculo, las familias, aparentemente no. Al menos eso comentó la madre de la joven que lleva ya, 9 días en prisión.

Nahir y Fernando celebraron la llegada de la Navidad en una conocida discoteca de la ciudad, algo pasó entre ellos, porque a la salida ambos se pelearon a golpe de puño. Una amiga de la chica confesó que ella "le dio una piña dentro de la discoteca a Fernando, pero nada más".

Nada más, como si pegar fuera algo de todos los días, como se hubiese vuelto la respuesta a cualquier cosa. Sin embargo, las autoridades no están reparando en esto, y es entendible. Solo cuatro días después de esa discusión pública en las puertas del local, el joven apareció muerto en una céntrica calle de Gualeguaychú.

Lo halló un conductor, estaba tendido sobre su moto, ensangrentado. Pese a que en un primer momento no se dieron cuenta, los servicios de emergencia que lo socorrían confirmaron que el cuerpo presentaba dos disparos de balas, ambos en la zona del torax.

Mientras tanto,apenas enterarse por la madre del joven que Pastorizzo estaba muerto, Nahir escribía un conmovedor mensaje en su cuenta de Instagram.

Se despedía de quién era su novio con aparente amor y tristeza.

A las pocas horas, las pericias confirmaban que el deceso del muchacho había sido producto de los disparos provocados por un arma 9 milímetros, las que utilizan los policías. El padre de Nahir Galarza lo es, ante la evidencia y la inminente detención de su padre como presunto autor del asesinato, la joven contó la verdad.

Al menos una parte de los hechos que acabaron con la vida de Fernando Pastorizzo. El 29 por la tarde noche, los jóvenes estuvieron juntos, pese a la fuerte pelea del 24 de diciembre y un mensaje de Fernando en Twitter donde comentaba que se "había sacado a la loca de encima".

El joven llevó a Nahir hasta su casa, al parecer, ella habría cogido de arriba de la nevera el arma reglamentaria de su padre. Luego volvió a salir y se subió en la moto de Fernando, se cree que en dirección a la casa de la abuela de la joven. A mitad de camino ocurrieron los hechos, algunas cámaras de seguridad de la ciudad, reflejan la figura de una mujer de similares características a las de Nahir, caminando sola en dirección al domicilio de esta.

Con su detención, se supo que a los 16 años, Nahir Galarza simuló un secuestro. La joven desapareció durante varias horas, al regresar le relató a sus padres que dos hombres la habían secuestrado y drogado y que no recordaba nada más. Los exámenes médicos no determinaron ningún tipo de agresión y las versiones de la muchacha no tenían demasiada consistencia, por lo que la causa se archivó y nunca se pudo conocer la verdad.

La defensa de Nahir sostiene que era una relación violenta, con agresiones por parte de ambos. Ha intentado sugerir que los disparos fueron en defensa propia, sin embargo, las condiciones en las que estaba el joven y la búsqueda del arma, hacen que esa hipótesis no tenga mucho peso. La joven puede enfrentarse a cadena perpetua si se confirma el homicidio agravado por el vínculo.