Le pese a quien le pese, el Cambio Climático es un hecho, la temperatura del planeta aumenta, el hielo ártico se funde, el nivel del mar sube, las precipitaciones menguan y cuando caen lo hacen de manera descontrolada, el ritmo de las estaciones cambia. Hay ciudades envueltas en una constante niebla gris de contaminación, se encuentran islas de plástico flotando en el mar, por no hablar del que está en las barrigas de peces y aves…

COP 23 en Bonn

Mientras, los dirigentes de los países de la ONU se reúnen en Bonn Alemania, entre el 6 y el 17 de noviembre para ver qué medidas tomar, en la que constituye la 23 conferencia del clima.

La "conferencia de las Naciones Unidas sobre cambio climático 2017" tiene por lema 'Más lejos, más rápido, juntos'". La reunión se organiza de forma políticamente correcta, compensado las emisiones de CO2, que invierten los representantes de los países en sus desplazamientos, se busca que la cumbre sea neutra para el clima.

Cerca de 200 países participan en esta cumbre que trata de definir las reglas del Acuerdo de París, la adhesión de Siria ha remarcado aún más si cabe la ausencia de los EE.UU. gracias a la política negacionista de Donald Trump.

Fiji: representante de los pequeños países

Frank Bainimarama, primer ministro de Fiji (Oceanía), preside la conferencia por primera vez, un pequeño país que sufre las consecuencias de un problema al que no puede hacer frente, el aumento del nivel del mar y las fuertes tormentas, pero como él hay muchos más.

El primer ministro mantuvo en su discurso de inauguración, que Fiji lleva todo el año trabajando en conseguir una “Gran Coalición” tanto de gobiernos como de sociedades civiles, públicas y privadas, que luche contra el cambio climático.

Una pequeña canoa de doble casco típica de Fiji y denominada drua es el símbolo que preside la Conferencia, un recordatorio de la resiliencia y la unidad, espíritu que debe mantenerse en la reunión, pues todos estamos en la misma canoa.

“I’m an island” es la canción compuesta por Bernadette La Hengst, que sonó en la ceremonia de apertura para recibir a los delegados acompañada por un coro de 150 niños y la Beethoven Orchestra

A lo largo de la conferencia se concede la palabra a representantes de muchas de las víctimas del cambio climático, especialmente de los elementos metereológicos extremos, que son noticia de manera cada vez más habitual: huracanes, incendios, inundaciones, sequias con su correspondiente impacto en la agricultura.

Se busca una acción directa no solo por parte de los gobiernos, sino también de las empresas y de la sociedad civil a nivel mundial, al fin y al cabo, en última instancia, todos somos víctimas y agentes de los efectos del cambio climático.

Más de 25.000 son los participantes de la COP

Más de 25.000 participantes entre políticos, representantes de organizaciones, periodistas etc. se encuentran en Bonn.

Son muchos y de diversos ámbitos los oradores que alzan su voz a los largo de esta conferencia como la presidenta de las Islas Marshall, Hilda Heine; el actor y ex gobernador de California Arnold Schwarzenegger; el Secretario General de la ONU, António Guterres; la alcaldesa de la ciudad de París, Anne Hidalgo, el suizo, explorador del Solar Impulse: Bertrand Piccard etc.

Más de 20 jefes de estado representan a sus países en la cumbre. Se mantiene la base de las decisiones consensuadas en el Acuerdo de París, del que se cumplen ahora dos años y que sustituirá al de Kioto, pero con el propósito firme de aumentar el nivel de ambición con el tiempo. Se busca que la temperatura global del planeta no aumente más de dos grados centígrados de aquí al 2020 y a ser posible solo 1,5, pero lo cierto es que ya estamos casi en tres.

Bonn ciudad implicada

Alemania desde 1995 está a la cabeza de la lucha contra el cambio climático, muestra es su apoyo logístico y su aporte económico adicional para la celebración de la COP 23. La ciudad alemana de Bonn, no se limitará simplemente a acoger la COP 23, también ha organizado multitud de actos culturales que buscan concienciar sobre el clima.

Más de 150 eventos culturales de diversa índole, exposiciones, conferencias alternativas, obras de teatro para niños….

Hay que tener en cuenta que está situada en el Estado de la Renania del Norte-Westfalia, que acoge a las ciudades más pobladas de Alemania, su trabajo en el ámbito de la protección del clima se demuestra en la reinvención de su economía, antes basada en la extracción del carbón y las industrias pesadas altamente contaminantes y ahora en industrias de servicios y de tecnología.

De hecho la ciudad de Essen, fue en el 2017 la Capital Verde Europea por su transición de centro minero a una “economía limpia y verde”, tienen claro que son las ciudades las mayores consumidoras de energía y por tanto las que más gases de efecto invernadero producen.