Desde que el pasado 13 de noviembre comenzara el juicio a 5 amigos de Sevilla acusados de violar en grupo a una joven madrileña de 18 años, en San Fermín del pasado año, la sociedad ha mantenido una postura crítica ante las decisiones del Tribunal y los abogados.

Que se aceptara un informe presentado por la uno de los acusados, en el que un detective privado, analiza las horas posteriores de la supuesta víctima, provocó uno de los primeros reproches. Le siguieron los turnos en que ambas partes declararían y algunas acotaciones de los letrados.

Sin embargo, los especialistas sostienen que nada hace prever que el juicio no tenga una sentencia acorde a la gravedad de los hechos evaluados.

Días atrás han aparecido en algunos parques de Pamplona, carteles con la fotografía de los 5 acusados y distintas frases pidiendo justicia. El día en La Manada declaraba ante el Tribunal, un grupo de personas se manifestaba en las puertas del mismo bajo los lemas "Nosotras somos la manada" y "Yo sí te creo", en un claro apoyo a la víctima.

El pasado jueves han aparecido 5 muñecos colgando de un puente de la ciudad con la frase "justicia" escrita en euskera. La condena social se ha anticipado al veredicto final y será difícil revertirla.