Agustín Martínez Becerra, el abogado de tres de los integrantes de La Manada, ha expuesto sus alegatos durante dos horas en los Tribunas de Pamplona. El letrado, quien asumió la causa tras la baja de una primera abogada, ha mantenido siempre una actitud mediática como herramienta para sumar a la defensa de sus clientes.

Como Becerra ha manifestado en más de un oportunidad, incluso también ayer en la sala, desde que se conociera la denuncia de la joven se inició un enjuiciamiento paralelo de los cinco amigos sevillanos.

Durante la jornada de este martes ha sostenido que puede que sus clientes sean "imbéciles" pero ha remarcado su condición de "buenos hijos".

Durante su exposición, tampoco han faltado alusiones al comportamiento y actitud de la joven de 18 años que los denunció en julio del año pasado. Ha mencionado la forma de sentarse durante su declaración y la conducta inmediatamente posterior a los hechos que se juzgan. Ha puesto como ejemplo, que la supuesta víctima confesó ponerse nerviosa al descubrir, mientras se vestía, que le habían sustraído el teléfono móvil.

Para el defensor, se trató de un acto consentido, sin sufrimiento, ni agresión. Tras el visionado de los vídeos declaró que se trataba de una película porno, pero no de una violación.