Enamorarse de una persona mayor o menor es sólo cuestión de gustos o de lo que la persona en cuestión haga para conquistar a esa otra, a pesar de la diferencias entre los dos; lo que realmente importa para que una u otra pareja tenga un final feliz son las metas en común y los sentimientos.

Pertenecer a una misma raza, tener edades similares, compartir la misma posición social o asistir a la misma iglesia no son garantías de que una pareja se lleve bien y dure para toda la vida.

Muchas veces los opuestos se atraen, tal vez hasta por el mismo hecho de llevarle la contraria a las normas y reglas impuestas por algunos pocos desde tiempos remotos, ya que al final lo importante es el respeto de uno hacia el otro, el apoyo y el amor que cada miembro de la pareja le dé a la persona amada.

El papel de la sociedad

Pero en medio de las diferencias siempre está la sociedad aceptando o rechazando los diferentes tipos de Parejas; por ejemplo es más común y aceptado un hombre mayor con una joven que una mujer en las mismas condiciones y cuando esa mujer es madre, la crítica es peor.

En Latinoamérica la tendencia es a criticar a esas parejas diferentes e inusuales y lo hacen con comentarios como: ¨Esa mujer lo que quiere es el dinero de él¨ ,¨ese hombre no va a poder complacer a esa jovencita en la cama¨. Todo esto son simples prejuicios que no dicen la verdad de lo felices que pueden ser estas parejas ¨diferentes¨.

Aunque algunos psicólogos consideran que la preferencia de algunas personas por parejas con mucha diferencia de edad tiene que ver con necesidades no resueltas, es claro que los divorcios de quienes tienen edades semejantes no son menores que los de hombre o mujeres mayores o menores.

Ser felices o mantenerse dentro de un matrimonio o relación sentimental no tiene que ver con la edad sino con el amor y el respeto que exista entre la pareja y la voluntad de enfrentar los obstáculos que se le puedan presentar en el camino.

Muchos hombres buscan mujeres menores cuando en casa sus esposas llegan a la menopausia y pierden el interés en el sexo, mientras ellos sienten que en cualquier momento pueden perder sus facultades sexuales y quieren aprovechar al máximos lo que creen que pueden ser sus últimos años de placer.

A la vez, hay mujeres que a pesar de los años se mantienen físicamente muy atractivas y estando divorciadas, solteras o en un matrimonio lleno de rutina, deciden buscarse a alguien menor para disfrutar de la vida sexual al máximo.