Aprendices visuales es una ONG que surge del cariño y la comprensión familiar. De hecho, sus integrantes se denominan familia.

Como la mayoría de las historias que trascienden, este proyecto surge desde el corazón y la empatía, desde las ganas de ayudar con mucho conocimiento de causa. Miriam Reyes Oliva creó, hace algunos años, un cuento con mucha importancia en lo visual, para su primo José. El pequeño había sido diagnosticado con autismo.

Miriam compartió en su blog la historia diseñada para su familiar "El calzoncillo de José" y la repercusión fue inmediata.

Familias de todo el mundo comenzaron a escribirle para agradecerle la propuesta. Conocer que existía una demanda tan alta y que los pictogramas podían desarrollar y potenciar otras capacidades en niños con Autismo la llevó a crear Cuentos para Aprendices Visuales.

Esta colección está orientada en lograr aprendizajes concretos, justamente lo que más necesitan los niños con este diagnóstico. Un enfoque que lo apoye y lo oriente en la comprensión y aceptación de otro contexto social.

En la App José aprende, pueden descargarse éste y otros relatos. Es, además, una manera de colaborar para dar visibilidad a este trastorno que padecen cerca de 67 millones de niños en todo el mundo.