Aunque el término Autismo es ampliamente conocido y muchas veces utilizado incluso en torno a bromas, su significado y en especial su grado de complejidad en la vida adulta, no han sido, todavía muy visibilizados.

Sin embargo, Netflix ha apostado a todo y acaba de estrenar "atípico" la historia de Sam un adolescente que ha cumplido la mayoría de edad y busca, pese a sus limitaciones la independencia y el amor.

"Soy un tío raro, al menos eso es lo que todos dicen, aunque no siempre entiendo lo que dicen" asegura en una de las escenas el personaje que decide dar un paso más allá y atravesar las fronteras que les estaban vedadas.

A diferencia de otras historias, en este el punto de vista y el relato, le corresponden al mismo protagonista.

"Atípico" vuelve al ruedo, como ya lo hicieran otras Series con la sobrevaloración de la normalidad y su significado. ¿Quién dice qué es normal y quién lo acepta?

A los ocho episodios de la serie se le ha sumado un especialista Michelle Dean en autismo, investigador en la Universidad de California.

¿Qué es el autismo?

El Autim Speaks lo define como un trastorno neurológico, integra el grupo de trastornos del espectro autista (ASD por sus siglas en inglés). Algo que se cree padecen 1 de cada 68 personas. En mayor medida el autismo se da en hombres, 1 de cada 42, es más frecuente que se diagnostiquen estos síntomas, que el cáncer o la diabetes infantil.

Es, por lo tanto, cuatro veces más común que se presente en niños que en niñas.

Las personas con autismo, tienen dificultades (según el grado) para relacionarse con el exterior. El diagnóstico más precoz de esta patología puede realizarse a los 3 años de edad. Aunque nuevas investigaciones y aportes, pueden detectar ciertos síntomas desde los 6 meses de vida.

Cuanto antes se cuente con el diagnóstico exacto, ya mencionamos que existen dentro del aspectro varios trastornos y grados diferentes, antes puede comenzarse el tratamiento que ayuda al desarrollo madurativa del pequeño con autismo.

Susana notó algo diferente en la conducta de su primer hijo, por la forma de comer. "Él no me miraba.

Al principio pensaba que yo tenía en mente esas imágenes idílicas de la publicidad, donde madre e hijo se miran enamorados mientras el bebé toma el pecho o el Biberón."

Susana todavía se emociona al recordar aquellos días, aquellos indicios. "El pequeño era de buen comer, pero no me miraba, no había conexión entre los dos". No obstante, no fue hasta varios meses después, cuando al comenzar la guardería notaron que el pequeño no respondía a su nombre ni a las consignas dadas.

La pediatra de su centro de salud lo derivo a una centro especializado, donde no bastaron más que cuatro ejercicios para determinar que el niño padecía autismo. Con la noticia llega el dolor, pero también algo de calma. Comienza una etapa donde los padres y familiares pueden comprender las conductas y actuar acorde el pequeño lo necesita.

Cada persona con autismo es única

Pese a que como ya he mencionado anteriormente existen distintos grados de autismo, la individualidad de cada ser humano prima ante la enfermedad. Sí existen rasgos generales, como el de la aparente sordera, que es el más frecuente. El aprendizaje para una familia con un niño autista es permanente y continuo.

Las causas del autismo no están aun determinadas con exactitud. La Confederación Autismo España señala que deben tenerse en cuenta el potencial genético de los padres y el entorno biológico durante la gestación y el nacimiento. No existen causas aparentes entre la relación de los padres y el deseo hacía ese hijo (como se pensaba en un momento) que se relaciona con esta patología.