Es, probablemente, el punto que más preocupa a los organizadores de la fiesta y sus asistentes. Gracias a la concienciación ciudadana, el trabajo de las fuerzas de seguridad y el apoyo de los medios de comunicación, se ha logrado iniciar el cambio.

“Esto lo vendo de toda la vida, hace más de 10 años que las tengo aquí” asegura Daniel, el dueño del puesto callejero en donde la policía decomisó más de 200 chapas con frases vejatorias.

“Solo se han retirado las que tenían contenido agresivo o vejatorio para las mujeres, no las que contienen leyendas sexuales”, afirma Laura Berro, Concejala de Igualdad del Ayuntamiento de pamplona.

“Antes se permitían los tocamientos y ahora se han empezado a denunciar, gracias a la concienciación. Ahora ya no se considera algo normal”.

Los corredores

Afortunadamente, los encierros de este año no han dejado víctimas mortales, ni heridos de gravedad. Sin embargo, según datos publicados por Dossier Mesa del Encierro, solo el 14 % de los corredores habituales es oriundo de Pamplona, el 78 % de los participantes tiene entre 18 y 35 años. Las mujeres siguen siendo minoría en estos encierros, solo el 8 % de los corredores es del sexo femenino. No obstante, este año la policía ha impedido que lo hiciera una mujer embarazada de 8 meses.