Las redes sociales, donde empezó toda la campaña anti manspreading no podía quedar ajena a la polémica. Esta semana, el anuncio de la EMT sobre las pegatinas que incluirá en el transporte público de la capital española, ha levantado polvareda.

Desde usuarios que se suman aportando nuevas fotografías de viajes particulares con hombre despatarrados en sus asientos, hasta personas que creen que solo se trata de mala educación y que no es una cuestión de género.

Una de las imágenes que sucumbe ante esta práctica, ha sido la que retrata a la cúpula del partido liderado por Pablo Iglesias.

En ella puede apreciarse como la mayoría de los hombres tienen sus piernas abiertas y las mujeres con las piernas cruzadas.

No han faltado los usuarios "indignados" que comentan en sus cuentas que "lo último en feminismo en tachar de machismo algo que las mujeres también hacen". Y claro, el joven que escribe ese post sube fotos de mujeres con las piernas abiertas en un metro que ni siquiera es español. Sube dos fotos, una cantidad ínfima, si se computa con las imágenes de hombres haciendo manspreading por todo el mundo. Porque eso sí hay que reconocerlo, esta práctica, sea producto de la mala educación o del machismo, es tan antigua como internacional.