Miguel Ángel, de Casas, afirma que para mejorar la calidad de vida de las personas con TEA en edad adulta "es necesario conocer los elementos que cada uno considera imprescindibles para el desarrollo de su vida con el fin de alcanzar metas individuales y aumentar la satisfacción personal desde una perspectiva integral".

En este sentido, apunta que se han de tener en cuenta factores "personales y contextuales" que pueden incidir "negativamente" en la persona como el "aislamiento o la falta de apoyo". Ruth Vidriales, directora técnica de Autismo España al ser preguntada sobre el envejecimiento de las personas con TEA señala que existen pocos "estudios e investigaciones sobre los factores que tienen una mayor incidencia en la calidad de vida de estas personas".

"Según el estudio del envejecimiento de Autismo España", -señala Vidriales-, la mayor parte de las personas adultas con TEA "envejece en su hogar familiar a la vez que lo hace su familia". Este aspecto genera situaciones de “doble dependencia” que afectan a todos los miembros del núcleo familiar. Se ha de sumar a todo ello que existe un "mayor riesgo de precariedad económica porque no desarrollan una vida laboral y carecen de las prestaciones de la jubilación".