Ha sido el tema de conversación general de la pasada semana. Desde el jueves, los españoles han padecido de un calor asfixiante, que ni siquiera, con la llegada de la noche disminuía. La mayoría de las provincias del país se sumaron al alerta por la primera ola de calor del año.

Para que se active y decrete una ola de calor, deben cumplirse ciertos requisitos. Criterios que podrían desactivarse este domingo. No obstante, la semana comienza con temperaturas elevadas, propias del Verano.

¿Qué es una ola de calor?

Generalemnte, se denomina "ola de calor" a un período prolongado de temperaturas que superen el promedio normal de la época del año en la que se registra.

Según la Agencia Estatal de Meteorología, es un episodio de por lo menos 72 horas consecutivas en el que, al menos un 10 % de las estaciones meteorológicas del país, registran máximas que están por encima del percentil del 95 % de las temperaturas máximas diarias durante los meses de julio y agosto.

Para la Organización Meteorológica Mundial, estamos en presencia de una ola de calor cuando, durante más de 5 días consecutivos, la temperatura máxima alcanzada durante la jornada, excede en 5 grados Celsius a la temperatyra máxima media.

Es decir que, si en provincias como Sevilla o Córdoba, durante julio y agosto se registran durante una semana temperaturas de 36 grados, no podría considerarse una ola de calor por estar dentro de los parámetros climáticos de la zona.

Sin embargo, si lo mismo ocurre en San Sebastián, sí podría ser considerada una ola de calor.

Uno de los portales más importantes en cuanto a referencias meteorológicas del país, El Tiempo, asegura que, desde 1975 se produjeron en todo España 80 olas de calor, cerca de 2 episodios al año. Ceuta, Melilla, las Islas Baleares y la península han registardo 45 de esas olas de calor, mientras que el resto se produjo en las Islas Canarias.

De esos 80 episodios de calor agobiante, 8 se registraron durante el mes de junio.

Durante el año 2003, según esta misma fuente, una ola de calor se extendió durante 16 días, desde el 30 de julio al 14 de agosto, que llegó a afectar a 28 provincias. Se la consideró la más importante en 41 años y afectó no solo al país, sino que provocó muchos fallecimientos en toda Europa.

Lo peor está por llegar

Así lo aseguran algunos meteorólogos, falta mucho aún. En principio porque la acumulación de calor, hace que el cuerpo vaya sintiendo ese cansancio y agotamiento producto de las altas temperaturas. Las noches de mal descanso refuerzan esa sensación de bochorno y las temperaturas, apenas bajarán.

Lo peor ocurrirá hoy sábado con temperaturas que rondaron entre los 39 y los 41 grados en una veintena de provincias. Ayer, la AEMET, mantuvo la alerta naranja en 34 provincias, en algunos puntos del suroeste de la península se alcanzaron los 42 grados.

La capital ha registrado un nuevo record, este viernes la ciudad ha alcanzado los 39,5 grados sobre las 16 horas. Algo que podría predecir un verano más que caluroso, porque solo se registró una temperatura similar hace dos años, también durante el mes de junio con 39,3 grados.

El verano del 2015, que también comenzaba con picos extremos de calor, fue uno de los más agobiantes de los últimos tiempos.

Las tormentas eléctricas que se produjeron durante la madrugada del jueves, no hicieron más que descargar rayos. Se espera que para este lunes, lluvias y chubascos aligeren el calor y devuelvan algo de alivio. Desde la Agencia Estatal de Meteorología, aseguran que desde el lunes por la tarde, producto de nubes y algunas precipitaciones, bajarán ligeramente las temperaturas en todo país.