Las Princesas Disney siempre han reflejado una imagen de belleza y pureza que pocos personajes, ajenos a la compañía del famoso ratón, han alcanzado. ¿Pero qué sería de ese positivismo e idealismo si colocáramos a estas damas frente a frente con una realidad predominada por la violencia, el sexo, y el tráfico de drogas?

Los vicios y problemas reales de sus majestades

Shannon Dermody, fotógrafa de Philadelphia, ha publicado una serie de fotografías en las que usaba la famosa imagen de las princesas Disney, lidiando con los aspectos más oscuros de la realidad: violencia doméstica, polución, alcoholismo, agresión y tráfico sexual, suicidio, y demás.

Con estos temas, las instantáneas han llamado la atención de las redes sociales, debido a su crudeza y brutal honestidad.

“Cada foto muestra un problema diferente que ocurre en el mundo […] No quiero que la gente ignore estos problemas. Existen”, declara la artista, quien había entregado este proyecto fotográfico, sin título, como trabajo de clase, en el Instituto Antonelli de Philadelphia. Poco podía imaginar que, lo que comenzó siendo un trabajo como cualquier otro, despertaría una serie de conversaciones y debates en las redes sociales sobre la implicación de la sociedad en los asuntos tratados en las fotografías, y cómo preferimos mirar a otro lado, en vez de actuar.

El escándalo está servido

Las fotos, de dominio público desde el martes 9 de mayo, han sorprendido en las redes sociales, convirtiéndose en un proyecto viral en pocos días, y abriendo la veda a una discusión sobre si deberíamos ocultar o no este aspecto de nuestra realidad. “La gente necesita darse cuenta de lo que pasa en el mundo.

Incluso si no te afecta”, defiende Dermody, quien ha tenido que hacer frente a críticas debido a la crudeza de su trabajo.

Las fotos no solo critican aspectos nocivos personales y específicos, sino que también critican estilos de vida populares, como la falta de respeto al medio ambiente. Algunas de las instantáneas atacan a temas de actualidad, como la brutalidad policial ante la comunidad afroamericana que existe en Estados Unidos, y que tantas manifestaciones ha generado en los últimos años.

Guste o no; el trabajo de Shannon Dermody ha abierto un debate que se suele evitar; y a veces, escandalizar a la audiencia, o sorprenderla con conceptos inusuales, sirve para generar conversación, y enfatizar una realidad en la que no todo es de color rosa.