Las primeras descripciones de esta enfermedad datan de fines de los años 50. Entre 1958 y 1969 Fisher hacía público los primeros estudios sobre el tema. Para ese entonces, sus investigaciones apuntaban a que la isquemia cerebral transitoria tenía una duración variada, aunque corta. Si bien podía durar desde segundas hasta horas, las más frecuentes lo hacían entre los 5 minutos y los 10.

No obstante, los estudios posteriores, sostienen que este trastorno neurológico no tiene una justificación clara y puede durar hasta 24 horas. Con el correr de los años, ciertos aspectos que definen la enfermedad han ido cambiando, aunque la atención temprana sigue siendo imprescindible para que las consecuencias sean lo menos graves posible.

En el caso de la periodista, debe pasar, al menos 72 horas ingresa en la unidad especializada en Isquemia. Campos, se despertó con mareos y al poco tiempo perdió la visión en uno de sus ojos. El rápido accionar de las personas que se encontraban con ella, evitó el avance de la enfermedad.

Cuanto mayor duración tienen los síntomas, mayor suele ser el alcance de las lesiones isquémicas, aunque también está relacionado con la gravedad del daño en los vasos sanguíneos.