A causa de varias campañas organizadas contra el colectivo musulmán, el resurgimiento de nuevos grupos xenófobos por todo el continente europeo o el propio discurso político de políticos como Trump o Putin ha provocado que hayan aumentado los casos de xenofobia.

Los casos más denunciados son los de insultos, además de las numerosas campañas de odio que están surgiendo y amenazas a través de las redes sociales. Pero, en España los ataques contra las personas de creencia musulmana han aumentado.

Para hacernos una idea del preocupante problema, el número de incidentes contra los islamófobos durante el año 2016 recogidos por la Plataforma Ciudadana contra la islamofobia se habrían multiplicado por doce en tan sólo un período de dos años.

Así, durante el pasado año 2014 se registraron 49 incidentes islamofóbicos y en el año 2016 se contabilizaron un total de 573 ataques. Las comunidades donde más denuncias se han presentado han sido Andalucía, Cataluña y la Comunidad de Madrid.

Así, definen que estamos ante un ejemplo de la intolerancia que tiene rasgos como el desprecio, el rechazo y la falta de respeto contra el Islam y hacia los ciudadanos musulmanes y sería una clara forma de racismo de clase culturalista. Los incidentes pueden ser de muchos tipos, desde amenazas, pintadas, agresiones, ataques a mezquitas, amenazas físicas o realizadas a través de las redes sociales.

También apuntan al sensacionalismo por parte de los medios de comunicación

Desde la Fundación Ibn Battota señalan que la islamofobia no sólo es realizar un ataque violento contra un musulmán, arrancar el velo a una mujer musulmana que vaya caminando por la calle o que se realicen insultos por las creencias religiosas. También, es que una empresa no contrate a una empleada por el hecho de llevar velo.

Y, además, las mujeres musulmanas sufren una doble discriminación ya que por el empleo del hiyab (el controvertido pañuelo con el que cubren su cabeza) sufren discriminación por ser musulmanas y por ser mujeres (lo que se conoce como islamofobia de género). Este aumento de ataques islamofobos van muy relacionados con el discurso de contenido racista y xenófobo que están surgiendo en toda Europa.

Sin duda, esto favorece a que haya jóvenes musulmanes europeos que deciden vengarse y convertirse en terroristas, ya que consideran que no son respetados que han sido tratados como ciudadanos de segunda en su propia tierra y el Estado Islámico les come la cabeza más fácilmente.