En pleno proceso de testificales, la investigación por el Asesinato de María del Carmen Sala, no está ni mucho menos, cerrada. Dos grandes posiciones se enfrentan ante la verdad. Por un lado, la de los indicios recabados por la policía, que suman una veintena de pruebas, entre estas la propia acusación del hijo mayor de los Sala Martínez y su tía, hermana de la víctima.

Este martes han declarado en sede judicial, el Inspector jefe de la investigación, su secretario y los dos agentes que primero llegaron al lugar del crimen.

Por otra parte, la defensa del único acusado hasta el momento, sostiene que el principal beneficiado con la muerte de María del Carmen, era su hijo Vicente.

Como coartada, el letrado presenta los horarios en que se cree falleció la mujer y el lugar dónde estaba López, el no hallazgo del arma homicida y la falta de restos de pólvora en las manos de Miguel. También suma el hecho de que el crimen ocurriera en el concesionario que el propio López dirige, como una manera demasiado evidente de autoimplicarse, que lógicamente sostiene no ha tenido su cliente.