Para cualquier tratamiento es fundamental la actitud y las ganas del paciente pero en ciertas adicciones ¿puede ayudar la familia y el entorno?

Juan Antonio Beltrán, profesional de la Fundación Girasol responde a esta pregunta.

"La familia y el entorno en la mayoría de los casos es un punto muy positivo en la recuperación de una adicción. Es más en muchos casos el detonante de la decisión de ingresar a tratamiento es algún familiar o conjunto de ellos que tras mucha negociación consiguen que su ser querido se ponga en tratamiento.

Nosotros intentamos dentro de las posibilidades de cada persona que la familia se involucre de forma activa dentro del tratamiento de la persona que viene a nosotros con la intención de ponerse en tratamiento.

Esto a veces se puede hacer otras no, como digo dependerá de las condiciones familiares. Hay muchas personas que vienen de familias donde el padre y el hijo no se hablan o los hermanos entre ellos o cualquier permutación que se te pueda ocurrir y que en algunos casos impiden que este trabajo se pueda realizar, en otros el trabajo en el centro pone de manifiesto estas situaciones en el paciente con el apoyo del equipo consigue poner fin a estos conflictos abiertos.

En el caso del entorno, lo que es evidente que una persona que ha desarrollado una adicción en un cierto ambiente es muy difícil que pueda recuperarse sin salir de él, al menos hasta que esté lo suficientemente fuerte emocionalmente para no caer nuevamente en los condicionamientos y hábitos que han desencadenado su adicción."