Cristina Domínguez es la referente del programa refugiados de Cruz Roja España. Si bien los datos oficiales datan del 2014, en la ONG tienen estimaciones que creen que, durante el pasado año, los solicitantes de asilo han sido más de 15 mil, solamente en el país.

“No hay una cifra específica sobre los refugiados que llegan espontáneamente, desde Ceuta y Melilla o los aeropuertos, pero si hablamos de reubicación y reasentamiento, España se comprometió a recibir unos 17 mil refugiados al año”. Sin embargo, la cifra de refugiados que han logrado ser reubicados no superan los mil en total.

Consultada sobre los motivos que impiden que se cumpla con el número que el Gobierno se ha comprometido a recibir, Cristina comenta: “Es bastante complejo, porque no depende únicamente del gobierno español. En el caso de la mayoría de reubicados proceden de Italia o de Grecia y hay que llevar una serie de trámites previos para que las familias o los solicitantes puedan llegar a nuestro país. Las organizaciones no tenemos una información precisa de dónde están las barreras. Sobre todo, en el caso de Grecia, en meses anteriores, era bastante complicado hacer la identificación de refugiados. Entendemos que, ahora, el problema tiene que ser menor porque están muy localizados ya los campos de refugiados de Grecia y por tanto tendría que ser un procedimiento bastante más ágil para que pudieran llegar a nuestro país.Es verdad que en los últimos meses se ha incrementado el volumen de llegada y, aunque son grupos pequeños, vemos que hay una afluencia periódica de pequeños grupos de refugiados.”

Cruz Roja interviene de manera multidisciplinar con los refugiados que llegan a España.

“Nuestro objetivo no es solo proporcionales la cobertura de las necesidades básica cuando llegan a España, sino que, desde el minuto uno intentamos que puedan integrarse a nuestra sociedad de la manera más rápida posible. Se intenta trabajar con ellos para que vayan adquiriendo una serie de habilidades y competencias, para que puedan vivir de manera autónoma en el menor tiempo posible.”

“Cuando llegan a España, se trabaja con ellos en un dispositivo de 6 meses de acogida temporal, colaborando con ellos en la asesoría legal, el apoyo psicológico, el aprendizaje del idioma y se le enseñan itinerarios de inserción personalizados, que lo que buscan es trabajar socialmente para lograr la mejor contextualización posible de cómo es nuestra sociedad, en qué ámbitos puede tener más fácil conseguir un empleo, cuáles son sus derechos y sus obligaciones.”

El acompañamiento de Cruz Roja continúa, transcurridos esos 6 primeros meses.

“Seguimos apoyándoles para cubrir sus necesidades básicas y se les sigue dando acompañamiento en los servicios transversales, luego de esa segunda fase de 6 meses pasan a vivir de manera prácticamente autónoma y se les da solamente algunas ayudas económicas de carácter más puntual. Como formación profesional o demandas puntuales. Para perfiles de situación de vulnerabilidad puede extenderse hasta 24 meses.”