Todas la relaciones de pareja benefician de altibajos, cosa bien conocida, pero lo realmente importante es la capacidad de absorber o resolver los problemas familiales, asunto definitorio para el buen funcionamiento de un hogar.

Los signos más comunes que demuestran que una relación está estancada son los objetivos diferentes de la pareja en situaciones finencieras o sociales existentes (que implican conversaciones difíciles y contradictorias con acusaciones graves y comentarios ofensivos), desconfianza (debido a futuras situaciones imaginarias o supuestos problemas del pasado), negatividad ( que puede causar un atasco emocional o psicológico muy difícil de curar en el futuro), las burlas mutuas que denigran constantemente, la falta de comunicación, el extrañamiento fisico, los momentos fallados de acercamiento espiritual, los problemas emocionales del pasado que siguen sin resolverse, los conflictos familiares, la aparición de los secretos personales que son perjudiciales en términos de bio-psico-social y la falta de relaciones sexuales durante un largo periodo de tiempo.

Las relaciones deben ser construidas sobre todo a base de la comunicación, confianza mutua y sinceridad. Lo qué hay que hacer en los momentos de soledad emocional es analizar la situación actual y las causas que provocaron los conflictos y el alejamiento fisico y mental.



Los dos novios son igualmente culpables de la situación existente y sólo la ayuda mutua, la honestidad e integridad puede calmar los momentos de tensión. El porcentaje de amor que todavía existe en el alma debe ser considerado una prioridad en la toma de decisiones finales y si las situaciones anteriores muestran que los intentos de reconciliación no tienen sentido, el abandono puede ser la mejor solución. La tranquilidad del lado emocional de la vida es sin duda un factor determinante en los momentos cuando se quiere encontrar la paz interior.

Todo depende de la capacidad de cada uno para construir su propio sistema de valores y determinar el curso de su destino.