Los pilotos llegan a las oficinas en el aeropuerto con una hora de antelación a la hora de salida del vuelo como mínimo. En ese momento se les proporciona toda la documentación de los vuelos a realizar ese día, el plan de vuelo.

Éste incluye: meteorología en aeropuertos de salida, llegada y alternativos; meteorología en ruta, NOTAM's que son reportes del estado de las instalaciones aeroportuarias como por ejemplo: calles de rodaje cortadas, pistas cerradas o radio ayudas inoperativas así como un parte con los fallos del avión si los hubiera que pueden ser desde un asiento inoperativo a un sistema de aire acondicionado inoperativo, entre otros.

Una vez comprobada por ambos pilotos toda la documentación anterior, se reúne toda la tripulación y comenta la duración de los vuelos, el pasaje estimado y la meteorología, entre otros. 

A partir de ahí se dirigen al avión y empieza la operación normal diaria: los pilotos se reparten los vuelos a realizar. En caso de hacer un ida y vuelta cada uno volará uno de los trayectos y si hacen cuatro vuelos volarán dos cada uno, y así sucesivamente. Las tareas a realizar del 'piloto que vuela' y las del 'piloto que no vuela' son diferentes pero complementarias.