Que Scarlett Johansson es una de las mayores estrellas del cine contemporáneo lo sabemos todos, que tiene una hermana llamada Vanessa y dos hermanos, Adrian y Hunter, lo sabe ya menos gente, pero que este último sea su gemelo es una información para nota que conocen únicamente los mayores entusiastas de la actriz. Y es que ninguno de ellos ha llegado a obtener la fama de la que Scarlett actualmente goza, no solo como profesional, también como sex symbol de la gran pantalla.

Tanto Vanessa como Hunter, y el padre de todos ellos, Karsten Johansson, aparecen en el film Manny & Lo, un drama con tintes de comedia en el que una adolescente embarazada y su hermana pequeña se fugan de su casa de acogida y secuestran a una mujer que piensan que puede ayudarlas con el embarazo.

Corría el año 1996 y Scarlett tenía 12, edad a la que ya protagonizó la cinta. No pasaría mucho tiempo hasta que comenzara a trabajar con los más grandes, por ejemplo con Robert Redford, que la dirigió cuando la chiquilla cumplió los 14 en El hombre que susurraba a los caballos. A partir de entonces todo para Scarlett sería ir subiendo hasta alcanzar el estrellato mundial que hoy la ha hecho célebre.

¿Y qué fue de Hunter? Más allá de la cinta que rodó con su hermana no se le ha vuelto a ver en ninguna otra, únicamente en actos puntuales junto a Scarlett, en alguna que otra alfombra roja cuando el marido de la actriz, o sea, su cuñado, no puede estar a su lado. Pero en realidad sus actividades han dejado de enfocarse al mundo del Cine y han girado de una manera más notable hacia el de la política.

Ha estado implicado en la campaña de reelección del presidente Barack Obama, ha trabajado en la oficina del presidente del condado de Manhattan, Scott Stringer, del partido Demócrata, y en noviembre de 2014, junto a su hermana gemela, participó en la recaudación de fondos para los damnificados por el huracán Sandy. Como vemos, se trata de un hombre comprometido con las causas sociales que además no hace gala de sus incursiones en los actos en los que participa y que no presume de apellido ni lo utiliza para dar visibilidad a sus actividades.