Cualquiera diría que es posible, pero sí. Kiko Hernández ha demostrado que se puede formar parte del circo de Sálvame, ser uno de los comentaristas más ácidos y con más filtraciones del programa y conseguir que nada o casi nada te salpique mientras tratas de mantener tu privacidad como el bien más sagrado e impenetrable que posees.

Es por eso que poco o nada conocen los fans de este programa o del propio madrileño. Porque su empeño en ocultar su vida más allá de las cámaras ha sido tan férreo que nadie ha osado a tratar de atravesarlo para hacerle daño.

Algo que ha llevado a muchos a pensar que debe haber un sinfín de pactos de no agresión entre Hernández y otros colaboradores.

Sea como fuere empecemos por el principio. Y es que no todos saben que su nombre real es Francisco Hernández Ruiz o que ya suma en su biografía 41 años que este 2018 se transformarán en 42. Tampoco que sus padres se separaron cuando él era muy joven o que tuvo que trabajar como camarero o como librero antes de dar el salto al mundo inmobiliario donde trabajó hasta convertirse en concursante de Gran Hermano. Algo que le cambiaría la vida para siempre.

Fue con 25 años cuando entró a Gran Hermano 3 y cuando conocería a la que ha sido su única pareja conocida públicamente.

Patricia Ledesma, otra gran hermana con la que no duraría más que unos meses. También se le llegó a relacionar con una joven de Valencia y con Sonia Arenas, otra ex de GH. Puros rumores.

Cabe recordar que después de jugar al gato y al ratón Kiko llegaba a reconocer en Sálvame, ya no hace tanto tiempo, que no se cerraba las puertas a nada en términos sentimentales.

Declaración que muchos interpretaron como lo más parecido a un reconocimiento de su bisexualidad que alguien como él pudiera llegar a hacer nunca. Fue en 2009 cuando reconoció haberse enamorado de un hombre.

Sea como fuere, ni este tema ni los anteriores se han tratado nunca en Telecinco debido a un acuerdo que Carlota Corredera revelaba hace poco que este mantendría con la cadena de Fuencarral.

Algo sobre lo que este no se ha manifestado nunca.

Después de tantos años en televisión este conseguía comprar su mansión Villa Chatín. Inmueble que cuenta con 6 habitaciones, 4 cuartos de baño, un gimnasio, una piscina, una sala de juegos y un jardín repleto de estatuas griegas y de gnomos. Otro piso en el centro de Madrid completan sus propiedades.

El Kiko Hernández más siniestro

Quizás lo más tétrico de su biografía sea que cuando murió su gato en 2015 este decidió disecarlo y tenerlo siempre junto a él. Toda una sorpresa para los invitados. De lo más siniestro.