Desde este verano se ha venido especulando en los medios de comunicación generalistas con que la Reina Sofía de España haya encontrado el amor en un acaudalado hombre de negocios de Grecia. La alerta la proporcionó hace unos meses el mediático presentador de Sálvame Deluxe, Jorge Javier Vázquez en su habitual blog de la revista Lecturas. Hasta el punto que llegó a decir que no deseaba dar mayores detalles sobre su relación amorosa “para no armar excesivo jaleo”.

Ahora estos rumores han vuelto a salir a flote como consecuencia de los viajes que ha realizado la madre de Felipe VI a Grecia durante estas fiestas navideñas.

Pero no todo es como en principio parece, porque sus motivaciones son otras bien diferentes. En donde el amor no es la causa principal de sus continuados viajes a este país. Tal y como se ha especulado en algunos programas del corazón.

Pendiente de la salud de su hermano

Las informaciones sobre sus continuados desplazamientos a tierras helenas son estrictamente ciertas. Con una frecuencia que no está siendo reflejada por las informaciones sobre la Reina Sofía. Pero los motivos de este comportamiento se deben al delicado estado de salud por el que está atravesando su hermano, Constantino de Grecia. Reside junto a su familia más próxima en esta nación en los últimos años.

En este sentido, cabe recordar que la soberana emérita siempre ha estado muy vinculada a su hermano.

En algunos de estos viajes ha sido acompañada por su hermana, Irene, a la que está muy unida desde pequeñas. En cualquier, en estas visitas nunca ha sido vista con la presencia de Juan Carlos I, de la que está distanciada emocionalmente desde hace muchos años.

Celebración de las fiestas junto a sus hijos

Estos viajes de la Reina Sofía que tanto misterio habían creado en buena parte de la opinión pública española están siendo complementados con las reuniones con todos sus nietos durante estas fiestas tan familiares.

En donde tiene previsto visitar en los próximos días a su hija Cristina de Borbón y su marido Iñaki Urdargarín en su residencia de Ginebra. Para hacer efectivos los tradicionales regalos de Reyes Magos a sus cuatro nietos.

Pero en cualquier caso, el enigma se ha despejado finalmente y el desenlace no ha sido el esperado por algunos informadores.

No hay ningún hombre esperándola en Atenas. Tan solo los miembros del servicio de seguridad de la Casa Real española. Además, su presencia se podría incrementar en las próximas semanas en función de la evolución en el estado de salud de su hermano Constantino.