Se llama Rafa Fernández, alias “eZcritor” y es un canario de 42 años afincado en Asturias. Este escritor de libros eróticos con escenas de sexo muy explícitas, fue el artífice de las cartas de amor que María le enviaba a Gustavo al comienzo de su relación hace ocho años, para hacerle ver que no era un rubia tonta y eso que es licenciada en Filología catalana, pero por lo visto de etimología mucho y de redacción nada de nada.

Así sedujo María Lapiedra a Gustavo González

Rafa, escribía cosas como: “Cada vez que pienso en ti no puedo evitar sentir una sonrisa de cariño que me hace crujir de emoción”.

Tus caricias son las más hermosas que me ha entregado nadie en la vida”. Y María Lapiedra se las hacía llegar a Gustavo Gónzalez para derretirlo de llamémosle, amor.

Entre tanto almíbar floreció la pasión entre la filóloga y el paparazzo. Ahora y viendo el cariz que está tomando todo, Rafa ha decidido contar que era él y no María quien perpetraba ese verbo florido que acompañaba a las misivas, concediendo una entrevista a los compañeros de El Español, probablemente para resarcirse económicamente de que María le pagase solo 1.200 euros por el libro que le escribió, 200 euros por unos vídeos virales y ni un euro de royalties por el libro.

Según él, María actuaba como un auténtico tiburón aprovechándose de su mala situación económica que le hacía aferrarse a lo que surgiese, ya que en esa época su perra y él sobrevivían comiendo churros que compraba por 3 euros en Carabanchel.

Así que, “mi negrito” como ella lo llamaba, se dejó explotar, pero cuando dejó de escribir para ella su vida floreció y dice haber escrito nueve libros desde entonces que ha auto publicado y vendido en el top manta.

Si bien intenta nadar y guardar la ropa, como cuando dice de ella que es: “Formidable, divertida ambiciosa y despreocupada”, luego la deja a los pies de los caballos contando algo que supuestamente ella le hacía a sus parejas y que no podemos reproducir aquí por sentido de la estética y el buen gusto.

A Gustavo lo deja peor, sobre todo a nivel íntimo, llamándole “paraguas chino”.

Del Top manta a rechazar un trabajo

Todo esto está muy bien, o no. Un señor que ha querido resarcirse de que María Lapiedra no le diese su sitio y el dinero que creía merecer por su trabajo, llevándose ahora una porción, aunque sea pequeñita, de este suculento pastel y de paso promocionándose, lo que sin duda nunca viene mal.

Lo que pasa es que buscando en el baúl de los recuerdos, nos encontramos con otra entrevista suya, en esta ocasión al diario El Mundo en Junio del año pasado, donde para nada nombraba su faceta de escritor fantasma, ni siquiera hablaba de su literatura erótica X underground, como la califica un lector y si se jactaba de haber rechazado un contrato de trabajo de un año porque solo le iban a pagar 1.000 euros al mes.

El trabajo como escritor requería dedicación completa y el Rafa pos María Lapiedra decía esto: “Ya no estoy en esa edad ni en ese momento de la vida en la que decía que sí a cualquier trabajo que me ofrecieran porque no sabía qué hacer con mi talento, porque no sabía qué iba a hacer pasado mañana”.

Suponemos que este “negro” no firmó ningún contrato de confidencialidad con María, que es lo habitual en este tipo de trabajos, ya que de lo contrario estaríamos ante una actitud además de poco ética, constitutiva de delito. Y todavía hay quien piensa que María no es en el fondo una inocentona.

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