Dicen que "todos los cambios son traumáticos", pero también que "cambiar es un signo de madurez e inteligencia". Dos enunciados sobre los cambios que el ser humano efectúa en mayor o menor medida a lo largo de su vida y que son compatibles teniendo una mayor afectación cuanto más radicales son estos.

Algo que a buen seguro conoce de primera mano el que es una de las grandes estrellas de Sálvame y de Telecinco tras tantos años como comentarista en distintos espacios que van desde los programas de televisión hasta su blog en la web oficial de la cadena de Fuencarral donde trata de sorprender con exclusivas cada poco tiempo.

Después de más de una década en la picota informativa, cada vez queda menos de aquel tertuliano incisivo que comenzaba a dar síntomas de una personalidad arrolladora en Crónicas Marcinas o A tu lado y que pronto encontraría el acomodo perfecto en Sálvame. A su particular forma de contar las cosas se iba sumando una capacidad tremenda para inmiscuirse en los círculos más íntimos de determinados famosos para sacarles auténticas bombas.

Desde que aterrizara en el que es ya el programa decano de corazón de la televisión patria su colmillo incisivo se fue haciendo cada vez más grande y su afán por ser cada vez mejor comunicador parecía no tener límites. No le importaba mucho quien cayera si estaba convencido de que la información que poseía era cierta.

El daño que esta hiciera debería administrarlo quien protagonizara la historia, no él.

De ahí que entrara al trapo constantemente con varios rostros conocidos, con varios compañeros y que protagonizara auténticos cara a cara para la historia de este formato que, en un momento dado, le llevaban a perder la amistad con algunos compañeros como sucedió con Lydia Lozano.

Sin embargo, últimamente, y coincidiendo con su recién estrenada paternidad por partida doble, Kiko Hernández empezaba a cambiar de forma radical. A sus salidas casi diarias por la noche madrileña en busca de confidentes de exclusivas en los saraos más concurridos de la capital les llegaba su final casi de golpe.

El nuevo Kiko deja sin palabras a los colaboradores de Sálvame

Este parecía empezar a cambiar su manera de actuar, de ver las cosas y se iba dulcificando, tal y como comprobábamos en la última emisión de Sálvame en la que la madre de su única novia conocida, Patricia Ledesma, le acusó de acercarse a su hija por interés y nunca por amor. Este le contestó que estaba "en otra etapa de mi vida en la que soy muy feliz y espero que tú también lo seas. Te deseo feliz Navidad, que lo pases muy bien y que veas las uvas con nosotros".

Lejos de dejarlo ahí recordó que desde que Abril y Jimena están con él le han enseñado mucho y que ha aprendido a perdonar y pedir perdón como le ha sucedido con Lydia, con quien inicia ahora una nueva etapa de amistad. El nuevo Kiko parece un trozo de pan.