El de los Gutiérrez Lázaro es uno de los expedientes X más interesantes en la historia reciente paranormal en España, entre muchas razones porque es uno de los pocos que consta de informe policial, hecho este que da mayor validez a los hechos ocurridos en la calle Luis Marín nº 8, en el populoso barrio de Vallecas.

El pasado mes de Agosto, Paco Plaza (REC) estrenaba el film "Verónica" adaptación del cineasta sobre los Sucesos vividos por la familia Gutiérrez Lázaro y su hija Estefanía.

Un Expediente Warren en Vallecas

En Marzo de 1990 y con 16 años Estefanía Gutiérrez lázaro aprovechaba un descanso en el colegio Aragón junto a varias compañeras para practicar una sesión de ouija, la finalidad era contactar con el novio fallecido de una de ellas, muerto en un accidente de motocicleta; pero dicha sesión fue interrumpida de forma abrupta por la profesora de las menores, la cual cogió el tablero y lo rompió.Mientras rompía la ouija el vaso de la sesión estalló liberando una especie de humo que fue inhalado accidentalmente por Estefanía.

Días después de este suceso, la joven, comenzó a sufrir unas enigmáticas convulsiones y estados alterados de consciencia en donde afirmaba que veía figuras extrañas cogidas de la mano a su alrededor que la llamaban por su nombre, y de situaciones donde era presa de una gran agresividad y fuerza inusual mientras expulsaba espuma por la boca, en uno de estos episodios se abalanzó sobre su hermana para atacarla, gracias al resto de la familia, que pudo detenerla a tiempo todo quedó en un susto.

En los meses siguientes Estefanía visitó varios centros de salud en los que se le hicieron las pruebas y analíticas oportunas a su estado, y donde ningún médico de los que la atendió pudo certificar que tipo de enfermedad padecía la joven, es más, sus conclusiones fueron que la adolescente se encontraba perfectamente;aunque la situación no hiciera más que empeorar.

Las convulsiones y los estados alterados se hacían más recurrentes y ya no se limitaban al domicilio de la joven, los padecía en cualquier lugar, los hermanos referían que adoptaba posturas parecidas a la de un animal.

El 14 de agosto (mes en que se estrenó la película) de 1991 Estefanía moría en la cama de su habitación, la muerte le sobrevino de manera súbita y en extrañas circunstancias.

Según el informe del anatómico forense de Madrid se dictaminaba la muerte de esta manera: muerte por parada cardo-respiratoria.Muerte sospechosa por acaecer de manera súbita".

Tras ese fatídico día toda una ristra de fenomenología "paranormal" comenzó a manifestarse en casa de los Gutiérrez Lázaro: injustificadas ráfagas de aire, crucifijos que se movían, desplazamiento de objetos etc.

Una noche en la que Concepción y Máximo (padres de Estefanía) se disponían a cenar, la puerta se abrió sola ante la mirada atónita del matrimonio, a partir de aquí los fenómenos se tornaron más virulentos y las sombras y las etéreas figuras comenzaron a visitar a los Gutiérrez Lázaro.

La realidad superando a la ficción: 27 de noviembre de 1992

Esa fue la fecha en que la familia, después de un año de angustia y pavor hace una llamada a la comisaría de Vallecas donde explican que los crucifijos se mueven sin control y que hay una sombra que los acecha desde el pasillo, al domicilio se dirige una pareja de la policía nacional, el inspector y un psicólogo, la pareja se queda acompañando a Concepción y el inspector y el psicólogo acompañan a Máximo al cuarto de Estefanía, donde este les explica lo sucedido a su hija; mientras transcurre la explicación del padre oyen un golpe en la terraza del cuarto, similar al ruido que hace una piedra al caer tras ser lanzada.

Al comprobar la terraza y no ver nada el inspector llama de inmediato a la pareja de policías que le corroboran que no se han movido del salón y le cuentan al inspector lo sucedido en el mismo, que la puerta del mueble-bar se había abierto de manera violenta para impactar contra la cabeza de uno de los policías, hecho este que no llega a consumarse gracias a la rapidez del compañero en avisarle. La incidencia se comunica y son enviadas dos patrullas más al inmueble, las cuales redactaran lo ocurrido esa noche en un informe oficial.

El informe policial

El relato de josé Negrí, inspector general en 1992 y testigo.

"Lo primero que me impresiona es que llego a la casa y veo a la familia en la calle con un frío espantoso y la madre con un niño de pecho, así que intenté tranquilizarlos.

Entramos seis policías y nos sentamos en el salón, empezamos a hablar y la familia empieza a contar lo que le había pasado su hija.Apagan las luces y no pasan más de dos minutos cuando una de las puertas se abre de forma violenta.

Encendimos la luz e hicimos una inspección para ver porque había ocurrido aquello.Recuerdo que de los compañeros solo aguantó uno dentro del domicilio;decidí preguntar en qué otros sitios ocurrían los fenómenos y era en el cuarto de la hija, vamos para allí y oímos un ruido estruendoso, similar al de una cacerolada; salimos a la terraza pero no vimos nada.

En el cuarto de baño, que no lo utilizaban, se me puso el pelo de punta y sentí un frío interior que nunca había sentido; salí de allí intentando disimular".

Los fenómenos pararon cuando exhumaron el cuerpo de Estefanía en 1996, la familia se mudó del domicilio y los actuales inquilinos afirman no haber presenciado acontecimiento alguno de índole extraña.

Concepción Lázaro

En el mes de Abril de 2016, uno de los componentes de la familia Gutiérrez Lázaro volvía a ponerse en contacto con la prensa después de transcurridos 20 años, el motivo, hacer llegar una nota aclaratoria sobre el informe llevado a cabo por un psicólogo, un hipnotizado y un grafólogo realizado en el domicilio de la familia el 9 de Noviembre de 1996 a Dña. Concepción Lázaro, donde se refleja un discreto desequilibrio emocional, neurosis y tendencia a la ansiedad;la aclaración recalca que dicho informe carecía y carece de validez.

El expediente Vallecas siempre fue y sigue siendo uno de los casos en la casuística paranormal de España más controvertidos y especiales por como ocurrieron los sucesos y por los testigos de los mismos; gracias a Paco Plaza por acercar al espectador una de las crónicas de misterio más inquietantes de la geografía madrileña.