No se sabe qué fue antes. Si el huevo o la gallina. No al menos en el hecho de que Las Campos se estén mostrando más desunidas de lo que les habíamos visto en mucho tiempo. Y es que, ya la cancelación del reality show familiar lo que ha provocado este distanciamiento o sus diferencias las que han provocado su sustitución por Las Carrillo, lo cierto es que los últimos mensajes lanzados por ambos bandos no ayudan a pensar en una unión duradera.

Algo que quedaba patente en la última aparición pública de María Teresa Campos en el programa de Bertín Osborne, En mi casa o en la tuya, que se emitía en la noche de ayer y en el que la veterana periodista hablaba de esto y de aquello, por supuesto, mentando a sus hijas en más de una ocasión.

Después de hacer un repaso a su dilatada carrera profesional, llegaba el turno de hablar de Edmundo 'Bigote' Arrocet, con quien parece estar de lo más unida pese a los continuos rumores de separación. Algo que llevaba a Bertín a preguntarle si pensaba en casarse con él encontrando como respuesta un "soy consciente de que no me queda mucho" por lo que "veo ridículo casarme a estas alturas".

Era durante la conversación sobre Bigote cuando salía el tema de cómo lo veían sus hijas, de quienes siempre se ha dicho no han acabado de ver con buenos ojos la presencia en la vida de su progenitora al cómico sudamericano. A este respecto, y a pesar de que tenía a su lado tanto a Terelu Campos como a Carmen Borrego, no le temblaba la voz al recordarles que le daba "exactamente igual cómo vean ellas mi relación" para agregar que ella nunca se había inmiscuido en estos asuntos personales de nadie.

Con caras ojipláticas, tanto Terelu como Carmen no podían sino responder a este gancho directo indicando que lo importante es que veían a su madre "feliz". Respuesta tibia que vendría a confirmar lo que su madre había deslizado poco antes. Es decir, que hay algo que no les acaba de gustar y que les lleva a no aceptar de buen gusto su noviazgo.

Mª Teresa admite que no le queda mucho

No obstante, quizás la declaración más cruda de la noche, llegó en el momento de hablar de su salud y de reconocer que tiene una edad, concretamente 76 años, que ha pasado por determinados problemas que todo el mundo conoce como la isquemia cerebral que la mandaba una semana al hospital durante la pasada primavera o que su tiempo en la televisión se está agotando. Bien merecido tiene el descanso tras una vida de trabajo.