Hay personajes televisivos a los que les cuesta menos mostrar cómo se siente y otros a los que les cuesta mucho más. Dentro de este segundo grupo, del que le cuesta hablar de sí mismo, de los que parecen más fríos que un bloque de hielo del Ártico, y de los que sorprende verlos de bajón se encuentra Kiko Hernández.

Sin embargo, de vez en cuando nos pasan cosas que nos ablandan y que nos hacen quitarnos la armadura por necesidades del guión sentimental. Y eso es precisamente lo que le ha pasado al colaborador de Sálvame unos meses después de que le sucediera lo mismo hablando de sus hijas y de los problemas de una de ellas que, por suerte, ya son historia.

En este caso el asunto que le ha dejado muy tocado es la marcha de Kiko Matamoros para siempre de la televisión. Una persona que el ex agente inmobiliario consideraba como un amigo y con el que, a pesar de haber tenido sus más y sus menos, mantenía una estupenda relación hasta el punto de haber publicado fotos de ambos juntos y, en alguna ocasión, visitando la famosa "Villa Chatín", reservada únicamente para gente muy cercana a Hernández.

A este respecto el que fuera concursante de Gran Hermano comentaba públicamente que al principio pasó de la incredulidad a un "cabreo enorme" al darse cuenta que lo de Matamoros no era un farol culpándose, en parte, por no haber sabido leer que este necesitaba del apoyo de los suyos en el programa, así como que estaba pensando en irse de verdad.

Algo que, en parte, parece no haberse perdonado todavía, tal y como se desprenden de las palabras y del tono apesadumbrado que se le vio al colaborador de Sálvame y de Sábado Deluxe tras el primer programa sin Matamoros sentado en la mesa a su vera: "A mí lo que me destrozó es que es un adiós para siempre".

Una sensación que, por otro lado, parece ser el único que la estaría experimentando.

Y es que la relación en los últimos tiempo de Kiko Matamoros tanto con el resto de colaboradores que forman parte del programa de corazón decano de la televisión española como con los presentadores y los directivos no estaba en su mejor momento.

La salida de Matamoros por la puerta de atrás

Algo que queda patente después de que este haya revelado que, a pesar de lo que muchos creen en relación a sus problemas con el fisco español, son hasta otros trece colaboradores y directivos de este espacio los que tienen problemas con Hacienda igual de serios que él, sin dar nombres para no dejarlos "al descubierto".