Según fuentes como Periodista Digital, la conclusión que se saca después de ver el programa de Ana Pastor es lo buenas personas que son los golpistas. Este programa ha recibido duras críticas al emitirse la multitudinaria marcha que tuvo lugar ayer en Barcelona por la unidad de España, ya que la presentadora y el programa le dedicaron muy pocos minutos a tratar un asunto que parece bastante importante.

Según fuentes cercanas al programa, opinan que se había puesto de perfil y no se había comentado la ilegalidad del golpe sin parar de descargar la culpa en el Gobierno de Mariano Rajoy que a su entender no ha hecho nada.

Enric Juliana, uno de los colaboradores del programa de ayer, dijo que aquí no estamos ante un golpe de Estado sino que lo que sucede es una crisis constitucional y lo que se intenta es desbordar la Constitución.

En algo en lo que coincidieron este invitado y el otro que había en el programa, Iñaki Gabilondo, de la Cadena SER, Esther Vera y Zarzalejos, era que el problema en este caso no era de Puigdemont ni de los partidos que pretenden declarar cuando antes independencia de Cataluña, sino que a su parecer era de los españoles que éramos los que no nos poníamos en el lugar de Cataluña.

Estas frases son las que repetían Enric Juliana y pedía que no se compararse nunca la situación vivida en Cataluña con el golpe de Estado del 23F, ya que ni el Rey ni el presidente del Gobierno en ningún momento habían hablado de que esto se tratara de un golpe de Estado, ya que era una metáfora tóxica muy utilizada últimamente.

Algo pasaba con Ana Pastor en ese programa ante Juliana, Iñaki Gabilondo y el resto de tertulianos que se encontraban debatiendo sobre la cuestión catalana. Fuentes como periodista digital continúan diciendo que era vértigo, que era tensión y mucho lenguaje lleno de hipocresía con el que se trata de ocultar que había políticos en Cataluña que estaban haciendo algo ilegal, algo que se negaban a llamar golpe de Estado, ninguno de los contertulios se atrevió a discutir esta afirmación.

Según Esther Vera el 1 de octubre no fue un paripé sino un referéndum en el que las urnas aparecieron debajo de las piedras gracias a muchísimas personas, apunta que muchísimos catalanes consideraban que tenían que ser escuchados por un derecho propio y que ahora mismo se encuentra en un momento lleno de incertidumbre, nadie de la mesa le llevó la contraria, algo que ha generado muchísimas críticas en redes al programa de Ana Pastor.