Cuando parecía que todo iba a ser gozo y alegría en la casa de Las Campos, con el regreso a la actividad profesional de una de las periodistas más veteranas del panorama patrio como es María Teresa Campos, lo que nos hemos encontrado de la mano de las primeras reacciones producidas tras confirmarse su vuelta son precisamente opuestas a esto.

Y es que, tal y como vienen asegurando desde distintos portales que tratan sobre la actualidad mediática española, la colocación deprisa y corriendo de la malagueña como colaboradora de los debates de Gran Hermano Revolution no parece haber sentado del todo bien ni a la protagonista de esta historia ni a su entorno.

De hecho, lo que se ha venido publicando al respecto, como sucedía con nuestros compañeros de EsDiario, es que la apresurada vuelta de la andaluza habría sido asimilada con "resignación", entendiendo que este no es el puesto que mejor se ajusta a sus capacidades, además de considerar que su recolocación ha llegado de golpe y porrazo.

Algo que muchos consideran que no es casualidad, si tenemos en cuenta cuáles fueron las palabras de María Teresa Campos en su última aparición mediática durante un evento social en la capital de España en la que esta rectificó a sus jefes en Telecinco que habían indicado que estaba a punto de volver de la mano de un programa propio, asegurando que no sabía ni había firmado nada al respecto.

Lo que no habría caído especialmente bien entre los gerifaltes de Mediaset España.

Pocos días después de este desmentido de la malacitana conocíamos, por sorpresa, que María Teresa Campos sería uno de los grandes fichajes de Telecinco para el debate los domingos del reality show decano de la televisión española. Las reacciones en redes tampoco parecían ser las esperadas.

María Teresa Campos sigue a la espera de un proyecto personal

Con esto y con todo, tal y como han venido filtrando distintas informaciones, y más allá de su aventurado retorno al circo mediático, María Teresa Campos se encontraría esperando todavía a que le pusieran delante un proyecto personal que se adapte a sus características y puntos fuertes como conductora, sin tener prisa por aceptarlo.

Y es que, quién sabe si este próximo programa que acabará presentando será el último antes de que decida apagar el micrófono definitivamente. Lo que no sería de extrañar, dado que suma ya nada más y nada menos que 76 años a sus espaldas. Ahí es nada.