La vuelta a la normalidad parece estar llegando a la vida de Suso Álvarez, ex concursante de "Gran Hermano 16" y "Supervivientes". El catalán, que junto a su familia está atravesando uno de los momentos más difíciles de su vida por la muerte cerebral de su hermana Yara, abandonó las redes y se alejó del foco mediático para acompañar a su familia durante estas últimas semanas en las que Yara ha permanecido en el hospital.

Ahora, sin novedades en el estado de salud de su hermana, Suso se dispone a incorporarse de nuevo al trabajo para poder ocupar su tiempo en algo y así conseguir olvidarse un poco de todo lo vivido durante estas duras semanas.

Suso agradece el cariño recibido en las redes

El propio Suso ha sido el encargado de confirmar su regreso al trabajo mediante sus redes sociales, esas que decidió abandonar temporalmente tras el accidente de Yara. "Quiero agradecer a todo el mundo la oleada de cariño y apoyo que he recibido, es muy gratificante y estoy muy agradecido. Pronto me incorporaré a trabajar porque falta me hace distraerme, millones de gracias". Con este mensaje en su cuenta de Instagram, el catalán agradecía el enorme apoyo que se ha brindado a la familia de Suso en las redes y en los distintos medios de comunicación tras conocerse el grave estado de salud de su hermana.

Polémica por la foto elegida por Suso

Sin embargo, el mensaje de agradecimiento de Suso por el apoyo recibido tampoco ha estado exento de polémica.

De hecho, son muchos los seguidores que le han criticado al ex tronista la fotografía elegida para dar ese mensaje; una foto en la que aparece posando en una sesión de fotos. Una imagen, defienden algunos, demasiado frívola para el tipo de contenido de dicho mensaje.

Sin cambios en el estado de salud de Yara

Desde que se le diagnosticara muerte cerebral a Yara, la hermana mayor de Suso, poco o nada hemos vuelto a saber sobre su estado.

Yara, de 30 años y madre de un bebé de escasos meses, permanecería conectada a una máquina que la mantendría con vida.

Recordemos que la joven, que padecía una grave diabetes desde hace años se desmayó estando sola en su casa. Cuando los servicios médicos llegaron a su casa Yara ya había entrado en coma. Pocos días después, se confirmaba la peor de las noticias; Yara había entrado en fase de muerte cerebral, una condición irreversible y para la que no existe ningún tipo de tratamiento.

A partir de este momento, el cerebro no envía ninguna orden al resto del cuerpo, por lo que el paciente debe permanecer conectado a una máquina para mantener sus constantes vitales aunque sin posibilidad de recuperación.