RTVE ha tenido otro insólito revés, después de que se hiciera eco de una reclamación en las redes sociales a causa de cierta expresión emitida por "El Ministerio del Tiempo". El programa, que cuenta con la actuación de Pacino para el personaje de Hugo Silva, mostró un segmento donde el mencionado despertaba después de tener un mal sueño, gritando la consabida expresión "¡hostia p**a!".

Fue Ángel Nodal, por medio de una nota de prensa dada a conocer en el "Defensor del espectador", quien expresó su descontento con este simple dialogo, al que calificó como ofensivo en contra de sus creencias católicas.

"No debió haberse emitido", mencionaba en el texto, resentido con las connotaciones religiosas de la frase en sí.

Connotaciones que son bien sabidas, hoy en día ya no acompañan a tal exclamación, que no en vano es una de las más utilizadas por millones de españoles al reaccionar ante situaciones sorprendentes o imprevisibles. De hecho, el diccionario de la RAE ha tenido bien incluir la palabra "hostia" como una digna manera de mostrar enojo o asombro.

A pesar de esto, Mateo Moya, el espectador que originó todo este debate, no dejó de solicitar un mayor cuidado al momento de redactar los guiones televisivos, para evitar en lo sucesivo expresiones que hagan referencia a Dios o a cualquier creyente religioso.

Maite L. Pisonero, quien funge como productora del programa en cuestión, no se demoró mucho en responderle aludiendo a la naturaleza del carácter ficticio de Pacino:

"Esta expresión de Pacino, que interpreta a un policía malhablado, obedece a su forma de expresarse, es parte de su personaje", argumentó, comentando el detalle de la RAE y aclarando que en ningún momento se había tenido en mente la intención de ofender a nadie.

Javier Olivares dio buena cuenta de este último comentario, agradeciendo a Pisonero no solo su atención para con las quejas de los espectadores, sino valorando su respuesta de una forma positiva.

No obstante, quienes no están muy contentos son los otros usuarios de las redes sociales, quienes opinan en su mayoría que la queja de Moya fue de una exageración desproporcionada.

Inclusive aquellos que se consideran católicos, aluden a no haberse sentido ofendidos en ningún momento.

"Los odiadores ya no tienen idea de que inventarse", "ya no saben qué criticar", "gente del medievo reclamando en 3, 2, 1..." son algunos comentarios que se han soltado por ahí.