En su primer verano como mayor de edad y a punto de emanciparse del nido familiar para marchar a estudiar a Inglaterra, Andrea Janeiro, hija de Jesulín de Ubrique, está viviendo días de vino y rosas disfrutando de unas largas vacaciones; primero con Isma, su amigo del alma y confidente, en la isla de Malta y ahora en Benidorm con su flamante novio inglés.

La joven no posa ni hace declaraciones, pero no se molesta si la graban o le hacen fotos. Es más, llena sus redes sociales de los mismos selfies que sube cualquier adolescente que se precie, haciendo posturas en plan “modeli”, poniendo morritos o sacando la lengua, algo a lo que realmente se ve le tiene afición.

Sabíamos que tenía novio desde hace tiempo, ahora nos enteramos que desde hace dos años. La periodista Laura Fa colaboradora ocasional de “Sálvame” que llegó al programa como un elefante en una cacharrería, no dudó en soltarlo en directo ganándose la animadversión de Belén Esteban in aetérnum, ya que la de Paracuellos vendía la película de que su hija era una niña que se dedicaba solamente a estudiar.

Pero llegó la mayoría de edad en Julio y poco a poco todo se va sabiendo y es que como pasa siempre: “No se le pueden poner puertas al campo” y menos si el campo pertenece a una adolescente que cuenta en su haber con la experiencia vivida al lado de su madre y una cuenta corriente millonaria, producto del pago regular de la pensión alimenticia que su padre ha abonado mensualmente estos años y que Belén Esteban ha guardado celosamente para Andrea.

Un amor apasionado

El novio, de nombre Daniel Wozza es un joven de 20 años residente en Birmingham, precisamente la ciudad a donde se supone que Andrea Janeiro irá para formarse como locutora musical de radio. Una especie de módulo de grado superior al haber terminado el bachillerato (nada que ver con un grado Universitario) que podría muy bien estudiar en Madrid.

Su madre nos ha vendido que se va para seguir siendo una chica normal sin seguimiento de paparazzis. Visto lo visto, lo ponemos en cuarentena.

Mientras Andrea Janeiro llena su red social con fotos de su bien amado Justin Bieber, el novio que ¡Oh casualidad! guarda un cierto parecido con su ídolo, no duda en afirmar públicamente que mantiene una relación con la madrileña, colgando dos fotos en las que ambos aparecen en una discoteca besándose apasionadamente.

Muy curioso resulta que las fotos en cuestión tengan más de un año y que el joven vuelva a subirlas ahora.

Y más curioso todavía es la que publicamos en portada. Tomada hace escasos días, en ella aparecen Belén Esteban, su hija, el novio de mamá, Suso celebrando la recuperación de su hermana e Isma, el amigo por excelencia. Del novio, ni rastro.

El enfado de Belén Esteban

Es lo que tienen las mentiras o las inexactitudes cuando te colocas en el ojo del huracán, que tienen poco recorrido y todo acaba por saberse.

La Esteban se ha cansado de intentar aleccionarnos en el sentido de que la hija de sus entretelas no quiere ser famosa y que por eso se marcha a estudiar a Inglaterra. Hasta que punto eso es verdad o una nueva fábula de las muchas que ha colado estos años (reconocidas algunas por ella misma al no quedarle otra, eso sí) no tardaremos en saberlo.

Conocíamos la afición de la joven a hacerse selfies con los famosetes amigos de mamá y a visitar Telecinco y eso a los periodistas siempre nos ha hecho sospechar que la verdad podía ser algo distinta. Una hipótesis: ¿No será más bien que hay que alejar a Andrea para intentar evitar que se convierta en una nueva Chabelita Pantoja?

El caso es que la mediática madre de la bachiller, ha hecho todo lo posible para intentar alejarla de los focos, advirtiéndola de que mantuviese un perfil bajo, ahora que se ha descubierto que su relación amorosa se remonta a cuando Andrea tenía 16 años.

Por eso siempre la hemos visto con Isma, que al parecer es como su hermano y de ahí la confusión en redes sociales que durante todo este tiempo habían creído que él era el novio.

Todo parece indicar que Andrea Janeiro pasa de los consejos de su madre y piensa seguir adelante con su forma de entender la vida y las relaciones, lo que ha ocasionado ya alguna discusión entre ambas al reencontrarse en Benidorm, donde la joven y su novio vivían en casa de la abuela Carmen.

Y naturalmente surgen las preguntas. ¿Compartirán vivienda Andrea y Daniel en Birminghan? ¿Es cierto que estudiarán juntos? ¿Cuál es el auténtico motivo de la marcha de la joven y de la no participación económica del padre en sus estudios? Todas las respuestas, próximamente.