Los millones de Netflix

La compañía de contenido audiovisual no se encuentra en un inmediato peligro, como tantas voces se apresuraron a vaticinar. Netflix fue concebida para asentarse y perdurar en el tiempo, empleando en tal objetivo un gran esfuerzo en cuanto a medios, luchando por convertirse en un nombre de referencia y en un modelo de negocio de éxito, circunstancia que no está exenta de riesgos.

Con unos beneficios netos de 186 millones de dólares y unos ingresos de 8.830 millones a finales del año pasado (Sobre un 25% más de ingresos que el año anterior) puede decirse que Netflix es más que una empresa incipiente que aún busca su lugar en el mercado.

En contraposición a tan optimistas valoraciones, hay que añadir que existe un factor negativo en su balance: 20.000 millones de dólares que se han acumulado como pasivo, que responder por un lado a una deuda de 4800 millones de dólares y por otro en 14.479 millones en concepto de obligaciones de pagos por derechos de distribución de contenido en formatos de Series y películas algo que la propia empresa ha confirmado.

Todo ello quiere decir que Netflix logra mover miles de millones de dólares en producciones audiovisuales que posteriormente se emitirán online. Según explica la propia empresa, tan alta cifra incluye acuerdos como el que tiene contraído con Marvel, compras de catálogos de producciones cinematográficas, compras de derechos para futuras películas, derechos de emisión de otros productores (Contenido no original) y otros tipos de contratos de contenidos audiovisuales.

Significa que la cantidad adeudada se transformará en obligaciones efectivas de pago en el momento en el que las producciones proyectadas vean la luz y se lancen al público.

Planes de expansión

Netflix cuenta con unos 93 millones de suscriptores en todo el mundo, una cantidad nada desdeñable y que continúa creciendo, lo que posibilita a la compañía a tratar de llegar más lejos y hacerse con una porción de mercado mayor.

Ya ha logrado introducirse en el sector de la televisión convencional, obteniendo 91 nominaciones en la próxima gala de los Premios Emmy, en dura y directa competencia con HBO , lo que da una idea del gran volumen que ha alcanzado en su trayectoria.

De esa forma, Netflix puede llevar a cabo su plan de ofertar casi la misma programación que una cadena de televisión generalista, proporcionando sus productos de una forma personalizada sin restricciones horarias.

El lanzamiento en el mundo del cine ha sido ambicioso, tratando de llegar a todos los tipos posibles de público, tanto del cine más taquillero y rentable, como en lo referente a la crítica y el prestigio para hacerse valer, como se pudo percibir en el disruptivo desembarco de Netflix en el Festival de Cannes con la presentación de su película original Okja. Un movimiento audaz que ya parece estar dando los frutos deseados, si se considera la intención de Netflix de no cesar en la producción integra de largometrajes.

Tras el futuro

Marvel, una empresa externa pero relacionada con Netflix, ha sido un significativo empujón para la compañía,ofreciendo en su unión unos cuidados productos que consiguen atraer la atención del público y que beneficia a ambas empresas y ha sido un firme paso para ampliar mercados.

Para Netflix, una mayor presencia mundial, para Marvel, un aumento de ventas de merchandising y productos derivados, así como de la revalorización de los propios cómics.

A Netflix le hace falta no cesar en su movimiento. Necesita continuar creando y desarrollando productos audiovisuales que le resulten atrayentes al público para poder mantener e incrementar la cantidad de suscriptores en un flujo constante.

El apuro es que su fortaleza es su debilidad y viceversa, puesto que mientras que la compañía siga invirtiendo en nuevas producciones, su supuesta deuda, el pasivo de los ya famosos 20.000 millones de dólares no se podrá ver reducida en el espacio de varios años.

El problema de Netflix es el problema de otras muchas grandes empresas que pese a titánicas deudas, continúan gozando de buena salud, facturando y moviendo miles de millones de dólares cada año, una prueba más de que Netflix ya es un nombre relevante en la industria de los contenidos y ha conseguido calar y hacerse un hueco en el dificultoso mercado audiovisual global, algo meritorio.