La han calificado de sensacionalista y vilipendiado en las redes sociales hasta el cansancio. Apenas se dio a conocer la tragedia ocurrida en Las Ramblas y Cambrills, Ana Rosa fue una de los tantos periodistas que, en pleno período vacacional, volaron de vuelta a España para asegurarse de cubrir el hecho con lujo de detalles. Un buen ejemplo de ello son el tertuliano, Antonio García Ferreras o la popular Susanna Griso, que también han puesto de su parte para informar a los televidentes sobre lo ocurrido. Pero es que esa información, pareciera estar de más en medio de recursos como Internet y el contexto frívolo que pueden adoptar muchos programas para hablar sobre los atentados.

Lo cierto es que no muchos profesionales se han librado del repudio de los internautas, que cansados del amarillismo que siempre surge en torno a los actos terroristas, cada vez parecen alejarse más de los medios convencionales como la televisión.

La presentadora del programa matinal de Telecinco dio el que probablemente fue uno de los peores deslices de su carrera al presentarse en Barcelona para transmitir la manifestación de un grupo vecinal en Las Ramblas. La gente se reunió con motivo de protestar por las víctimas del ataque, gritando una frase en catalán que supuso el mayor error de ana rosa.

"No tenim por", coreaban todos ellos al unísono, lo cual vendría a significar "No tenemos miedo".

No obstante, la periodista se equivocó al traducir el sinsentido "no tenemos dedos", algo de lo que Joaquín Prat no tardó en darse cuenta desde el plató de "El Programa de Ana Rosa", y por lo cual se apresuró a corregirla.

Lo que en el pasado habría quedado no más que como una mera equivocación, se convirtió en tendencia dentro Twitter en cuestión de horas, donde la tertuliana recibió las más diversas críticas de parte de sus usuarios.

"Ana Rosa gritando que no tenemos dedos, ¿a qué hora va a echar Telecinco a esta señora inservible?", "Periodismo de calidad"; son algunos de los irónicos comentarios que más se han hecho eco en Internet.

Y es que como bien se ha mencionado al principio, parece que son pocos los periodistas que han escapado a esta ola de indignación.

Pareciera que los tuiteros estén realmente cansados del sensacionalismo con el que las tertulias televisivas, están empezando a tratar esta clase de incidentes alrededor del mundo.

Hasta el momento, Ana Rosa no se ha pronunciado al respecto.