Si ha habido un personaje revelación durante la pasada temporada en la televisión española en general y en Telecinco en concreto ese es el de Carlota Corredera. La que había venido siendo directora de varios programas en la cadena de Fuencarral con "Sálvame" como espacio estrella daba el salto a la conducción de este espacio para quedarse.

Lo hacía gracias a su facilidad para congeniar con la audiencia, a su conocimiento de los secretos de la televisión y de qué es lo que quieren recibir cada día los seguidores del programa de corazón decano de la televisión española.

Lo que en principio parecía una sustitución temporal se convertía en una labor más asignada en su contrato.

La cosa no quedaría ahí. Su buena relación con la cadena estrella de Mediaset España y con la productora La Fábrica de la Tele le iban dando un estatus en Telecinco hasta el punto que, tras revelarse como una presentadora de primer orden, asumía el control de Cámbiame tras la marcha de Marta Torné. Así llegaba su consolidación.

Sin embargo, y tal y como la rubia cuenta en su última entrevista concedida a los compañeros de La Vanguardia, y donde esta no se ha cortado a la hora de contar secretos de Sálvame, asegura que sigue sintiéndose: "Una obrera de la tele. Ni me siento estrella ni me tratan como si lo fuera".

Eso sí, su contrato dista mucho de ser el que tenía hace un par de temporadas.

De vuelta a uno de los espacios estrella de Telecinco como es "Sálvame", Corredera confesó que cuando sólo lo dirigía le costaba mucho desconectar llevándose "muchas cosas a casa". Algo que empezó a relajarse de la llegada de su marido Carlos. Fue entonces cuando los compañeros empezaron a darle un poco de aire en relación a las llamadas nocturnas y los grupos matutinos del programa.

El programa no acaba cuando se despiden

Y es que pocos saben que el programa no acaba cuando se despide la conexión, ni mucho menos. Según la conductora, una vez les informan de que el programa ha acabado y salen de delante de las cámaras "Sálvame" sigue después a través "de los teléfonos". Un no parar que no deja que los protagonistas acaben de desconectar del todo.

En este sentido dice de su aterrizaje en Sálvame que como también le sucediera a algunos de los que hacen el programa cada día "el programa nos salvó". Cuando parecía que su futuro laboral podía estar en entredicho llegó una oportunidad que a muchos les ha cambiado la vida. Quizás el ejemplo más impactante de todos sea el suyo.