Hay que ver cómo se está poniendo la última semana de concurso en Supervivientes 2017. Mientras parece que, poco a poco, José Luis empieza a recortar distancia con sus dos rivales femeninas, Laura y Alba, ellas dos caminan con paso firme convencidas de que será una de ellas la que acabe haciéndose con el ansiado maletín con los 200.000 euros.

Laura Matamoros y Alba Carrillo en Supervivientes 2017

Una pareja a la que gran parte de la audiencia le tiene una estima incuestionable, pero que otra empieza a tener una tirria de primer nivel, sobre todo después del cambio de actitud de ambas, respecto a antes de iniciarse la experiencia.

Y también respecto a las primeras semanas de concurso.

Y es que, si bien a muchos tele espectadores no les había costado aceptar que tanto la hija de Kiko Matamoros como la exmujer de Feliciano López hayan pasado de ser enemigas íntimas a mejores amigas de siempre, lo que sí le estaría costando más es tragar con ciertas actitudes y comentarios en los que faltan tanto a sus compañeros como al conjunto de la audiencia. En este sentido, en las últimas horas se producía una de las escenas más bochornosas vistas antes en una final de Supervivientes en el que las dos finalistas, sabedoras de que han ido pasando rondas gracias al apoyo con el que cuentan fuera, no han dudado en definirse como concursantes poniendo en cuestión que el programa lo gane el mejor superviviente.

Después de definirse primero como dos "vagas y finalistas", a golpe de risa, no tardaron después en calificarse como "cracks" por haber sido capaces de no haber hecho nada más allá de aportar su nombre para que la audiencia les fuera pasando de ronda y, ya en la final, esperar, tirando de vida contemplativa sobre la arena, a que una de las dos haga valer su mayor número de fans para cobrar el cheque al portador.

Alba y Laura reconocen ser las "vagas" de Supervivientes 2017

Una actitud de desprecio tanto a sus compañeros como a la audiencia que, quizás, quién sabe, les pueda costar un parte del voto del sector de la audiencia más crítico con las actitudes sobradas, de prepotencia y que les ponen a ellos sobre la audiencia. Algo que no sabremos en qué medida puede traducirse hasta el próximo jueves 20 de junio.

De momento, ambas se ven ya con el premio, el resto de finalistas, con menos nombre, parece, no les pueden hacer sombra. No han hecho nada, son unas vagas y van a ganar el concurso. Lo contrario sería toda una sorpresa para ellas. No queda tanto para saber qué decidirá la audiencia.