Todos coincidimos en que es estupendo que el verano sea un tiempo en el que, en vez de películas americanas o reposiciones, tengan lugar programas nuevos que aporten trabajo, mejor que ninguna otra cosa, pero por favor que no sea como "Mad in Spain", que tuvo ayer su estreno y que pintó ser uno de los peores programas del año. Lo cierto es que recuperar programas de debate en Telecinco es algo muy poco novedoso ya que la principal cadena de Mediaset no comenta otra cosa que no tenga alrededor un grupo de personas hablando pegando voces. Telecinco quería volver a debatir esta vez bajo el seudónimo de "Mad in Spain".

"Mad in Spain" y su pobre estreno

Aparte que un programa de debate por lo general se suele sustentar en los colaboradores que sean famosos y que tengan un buen pasado en relación a los temas que se van a tratar, con una reputación profesional conocida, en este caso no eligieron demasiado bien a las personas que iban a debatir. Aunque lo peor y de lo que más se ha quejado la audiencia es que no se pueden admitir programas de este estilo a esta altura de siglo, ya no solo por el contenido, sino también por la realización.

En este nuevo Sálvame de los domingos, como han calificado algunos, hay una parte de debate serio, pero que no sirve de mucho ya que en Telecinco no se debate de temas completamente serios, sino que siempre tiene que haber una especie de cotilleo maquillado.

Lo principal es porque los primeros temas de su estreno fuesen la hija de Belén Esteban y el acoso que anda sufriendo últimamente.

Debate sobre la mujer y el sexo

Y algo que más nos sorprendió fue que en pleno siglo XXI se continuaba debatiendo sobre la mujer y el sexo. Sobre todo cuando intervino un joven llamado José Carlos acerca de su desacuerdo con que las mujeres hablasen sin tapujos sobre el sexo opinando que tienen mejores cosas que hacer, algo que el presentador Jordi González le recriminó diciéndole que no podía ser tan burro ya que llamó abiertamente guarras a las mujeres que hablaban de sexo.

Algo insólito en pleno siglo XXI.

Así así ha sido el estreno del programa revelación del verano, aunque no nos extraña ya que los programas estivales suelen estar peor cuidados y como es normal la audiencia tiende a bajar y la gente no quiere ver algo demasiado complicado en la televisión. Pero sin ninguna duda lo peor del espacio de Mediaset es cómo está hecho ya que, por ejemplo, el presentador se pasó la mitad de la noche mandando callar a los colaboradores y su acompañante estaba enfrascada leyendo el "cue", los planos no estaban tampoco demasiado bien diseñados hablando de la cámara y de la forma de enfocar.