Muy pocos confiaron en que su amor sería real y duradero pero el tiempo parece estar dándoles la razón. Eso es al menos lo que piensan los muchos fans de la ganadora de la que fuera la última edición de Gran Hermano, Bea, y de su novio Rodrigo.

Y es que si algo se han encargado de ir demostrando la valenciana y el madrileño es que, a pesar de que ambos parecían el día y la noche cuando se conocieron y sintieron una atracción física que sigue perdurando, los polos opuestos no sólo se atraen, sino que también se enamoran y pueden ser felices. Muy felices.

Algo que ambos han vuelto a ratificar convirtiéndose en portada de la revista 'Primera línea' y donde los dos jóvenes han posado como llegaron al mundo a través de un desnudo artístico en el que, así lo quisieron ellos, no se muestra ni un centímetro más de lo pactado, es decir, guardando para su intimidad las zonas erógenas.

Una portada en la que ambos hablan de lo humano y lo divino, tratando temas tan dispares pero interesantes para sus seguidores como son sus broncas, sus momentos más tórridos y también acerca de sus fetiches. Esos que hacen que la relación se siga encendiendo cada día después de varios meses de amor y pasión rebosante como la que ambos han venido haciendo gala en sus cuentas oficiales en las redes sociales.

Y es que, para aquellos que no los sigan en Instagram o Twitter, ambos han venido publicando fotografías de ambos en la playa, como la que os mostramos aquí como principal, y también más subidas de tono, de nuevo haciendo gala de cierta desafección por la tela que queda patente en la portada de marras que ya está dando la vuelta al mundo a través de las plataformas sociales.

¿Está Bea embarazada de Rodrigo?

Además de estas publicaciones, y de los temas que han venido tratando en la revista de marras, si hay un tema que Bea y Rodrigo no pueden rehusar es el que está relacionado con el posible embarazo que ya desde el pasado mes de febrero ha provocado que se escriban ríos de tinta sobre la posibilidad de que la levantina esté buscando quedarse en estado de buena esperanza.

Según han venido contando ellos y su entorno, si bien les encantaría ser padres una vez están convencidos de que su pareja es la persona ideal para ellos, no tienen prisa y por lo tanto no van a buscarlo, de momento. Es decir, a corto plazo. Ya se sabe que las cosas de palacio van despacio y, parece, todavía tienen muchas cosas que hacer juntos en la intimidad antes de que llegue el"churumbel".