El pasado día 23 de junio tuvimos el placer de disponer en Netflix de la primera temporada de su nueva serie, Glow, una apuesta muy llamativa y, como siempre hace el gigante audiovisual, diferente a todo lo que anteriormente ha realizado.

GLOW y su mensaje feminista

GLOWnos traslada a la ciudad de Los Ángeles en plena década de los 80' y nos cuenta la historia de Ruth (Alison Brie), que es una actriz fracasada, y de un grupo de mujeres también poco satisfechas con sus vidas que deciden formar parte de un nuevo proyecto y convertirse en luchadoras.

Los encargados de su creación han sido los miembros del equipo responsable de Orange is the new black, que estrenaron su 5ª temporada el pasado 9 de junio.

La nueva serie nos teletransporta a una juventud frustrada y superviviente con un desfile de colores y tonos ochenteros, con unos peinados, looks y localizaciones perfectamente seleccionados. Un muy buen trabajo de caracterización, no sólo en sus dos principales protagonistas: Alison Brie (que podemos recordarla en su papel de dulce e inocente Annie Edison en Community o siendo Trudy Campbell, una dama de la sociedad sesentera neoyorquina en Mad men) y Betty Gilpin (más conocida por su papel en Nurse Jackie), sino también en el resto del reparto: Sydelle Noel, Kate Nash, Ellen Wong, Marc Maron...

Personajes con fuerte personalidad en GLOW

Desde el principio de la serie se puede percibir la influencia del equipo de Orange is the new black. Han creado personajes de mujeres fuertes, que tan necesarios son, que sueltan constantes pullas con importante crítica social, también muy necesarios, y esas mujeres en muchos momentos muestran un mensaje y grito de igualdad, de feminismo.

En cuanto a este último punto, recuerdo un comentario que me resultó llamativo y, sobre todo, necesario. Una las luchadoras se encuentra en su habitación cepillándose el pelo, sin más pretensiones que esa, es entonces cuando una de sus compañeras entabla una conversación con ella:

-¿Qué haces?

-Peinarme.

-¿Para quién?

-Para mí.

Tengo autoestima.

Esa es la última respuesta de la luchadora: "Tengo autoestima", sobran las palabras.

El argumento de GLOW

Pero a esto, también hay que añadir que el argumento, aunque resulta interesante, es flojo y se intenta dilatar durante 10 episodios de una media hora, que, aún siendo de corta duración, pueden llegar a hacerse pesados. La serie tiene un ritmo lento y en mucha ocasiones parece que la trama no avanza y que no está sucediendo, en realidad, nada importante. Todo esto está rematado de humor, pero de un humor que no termina de cuajar.

Si una cosa sabe hacer Netflix de maravilla son sus campañas publicitarias y con GLOW no iba a ser menos. Las luchadoras se han apoderado de la parada de metro de Chueca, iluminando de luz y de su característico color rosa algunos de sus pasillos.

Pero, esta vez, Netflix no se ha quedado ahí, sino que ha ido mucho más allá. Ha aprovechado nuestro pasado musical para hacer un anuncio protagonizado por Marta Sánchez en el que canta la famosa canción "No controles" del grupo "Olé Olé", el grupo que le dio la fama.

Un bonito detalle que no ha sido contestado con la misma dulzura en Twitter por parte de Vicky Larraz, la que fuera la primera vocalista de "Olé Olé". Tras un falso enfrentamiento en la red social, Netflix ha lanzado su segundo spot publicitario en el que aparecen ambas cantantes luchando en un ring y mostrándonos su buena relación, todo ha sido un montaje publicitario bien planeado y ejecutado por la compañía. Ahora sólo queda sentarse y disfrutar de la serie. Pero eso sí, preguntándonos si será renovada o cancelada, ya que últimamente Netflix nos sorprende con cancelaciones tan injustas como la de Sense8.